Guerreiro frena al español Castroviejo, que se queda a 400 metros de una victoria en el Giro

Guerreiro, que también se enfundó este domingo la camiseta de líder de la montaña, lanzó el esprint a 400 metros de meta, cuando marchaba a rueda del español Jonathan Castroviejo (INEOS Grenadiers), para imponerse con un crono de 5:41:20. Con ello, sacó ocho segundos de ventaja al vizcaíno y 58 al danés Mikkel Bjerg (UAE Emirates), que completaron el podio de la etapa.

Mientras, Almeida entró a 1:56 del ganador y ha perdido tiempo en la general, en la que aventaja en 30 segundos al holandés Wilco Kelderman (Team Sunweb). El neerlandés, que finalizó octavo a 1:38, gana una plaza en detrimento del español Pello Bilbao (Bahrain-McLaren).

El de Gernika llegó a meta junto al italiano Vincenzo Nibali (Trek-Segafredo), a 1:52 de Guerreiro, y bajó su diferencia con Almeida a 39 segundos, pero ha bajado al tercer lugar de la clasificación.

Castroviejo y Guerreiro se metieron en la primera fuga del día, formada alrededor del kilómetro 40 con ocho corredores y en la que se encontraban hombres como el argentino Eduardo Sepúlveda (Movistar) o el italiano Giovanni Visconti (Vini Zabù-KTM).

Por detrás, Deceuninck-Quick-Step y Trek-Segafredo tiraban del pelotón, que poco a poco consiguió reducir la distancia con los escapados. De hecho, el grupo delantero quedó roto y solo cinco ciclistas sobrevivieron: Castroviejo, Guerreiro, Bjerg, Larry Warbasse y Kilian Frankiny.

El Roccaraso, con unos últimos 2 kilómetros al 7% de pendiente media y tramos del 12%, dictó sentencia. El español y Warbasse trataron de sorprender, pero la dureza del recorrido les obligó a desistir. Fue finalmente Guerreiro el que en el último esprint consiguió llevarse la victoria.

La ronda transalpina descansará este lunes antes de afrontar el martes la décima etapa, entre Lanciano y Tortoreto sobre 177 kilómetros y tres puertos de cuarta y uno de tercera categoría. Después de una primera parte a lo largo de la costa del Adriático, los corredores afrontarán unos últimos 40 kilómetros salpicados de ‘muros’.