Unionistas se tiene que conformar con un punto ante el Arenteiro y queda dos por encima del descenso (0-0)
Un palo en la última acción del partido dejó un mal sabor de boca a los salmantinos, que estarán expectantes de sus perseguidores este sábado
El barrio de La Vega se vestía de gala para acoger una tarde-noche de fútbol con Unionistas y el Arenteiro como protagonistas de la cita. Los salmantinos saltaban al tapete un puesto por encima del descenso a Segunda Federación, por lo que existía una imperiosa necesidad de volver a sumar un triunfo. Por si fuera poco, el último rapapolvo frente al Nàstic de Tarragona añadía más ingredientes a un día de auténtico infarto. Entre tanto, Acciari se estrenaba ante los aficionados salmantinos y lo hacía introduciendo cuatro cambios respecto a la goleada sufrida en Tarragona. Vergés, Jordi Tur, Jonny y Santamaría reemplazaban a Ortuño, Chuca, Rastrojo y Dani García; sin embargo, las variaciones no surtían demasiado efecto.
Bien es cierto que salmantinos y gallegos pisaban el área rival antes de consumirse los primeros cinco minutos de juego. Jonny hacía emplearse a Diego García con un disparo al palo largo de la meta del Arenteiro, y sin tiempo para colocarse, Pascu levantaba los primeros "¡Uy!" de la grada charra con un remate que se marchaba rozando el palo derecho de Iván Martínez. Sin embargo, esos primeros avistamientos serían solo un espejismo, ya que tanto el guardameta local como Diego García firmaban un primer tiempo sin demasiados sobresaltos. Antes de alcanzar el ecuador del partido, Jonny, resignado por no hacer valer el arreón inicial en casa, lo intentaba en solitario, pero el buen hacer de la zaga terminaba con cualquier intento.
Los minutos pasaban, y no sería hasta el minuto 29 cuando el Reina Sofía se levantaría de sus butacas. Una gran acción por el flanco derecho concluía en las botas de Pau Martínez. El atacante no se lo pensaba dos veces en la medular del área y disparaba con contundencia sobre la meta visitante; sin embargo, el cuero se marchaba a las nubes.
El plan de partido de Acciari funcionaba en defensa, con una línea de cinco seria, pero el ataque charro era totalmente estéril. Además, los gallegos enseñaban la patita con una llegada que obligaba a Iván Martínez a sacar una mano salvadora para enviar el balón a saque de esquina. La acción visitante cerraba un primer capítulo que apenas ofrecía mucho para llevarse a la boca. El paso por vestuarios no dejaba variaciones en ningún lado del campo, pero sí una mejor cara en la ofensiva charra. Santamaría tenía en sus botas la posibilidad de romper las tablas, pero el ariete no tenía el día y erraba el disparo. Si Unionistas empezaba por fin a ofrecer caviar en ataque, ello se incrementaba con la entrada de Rastrojo.
El extremo, que compartía tridente con Santamaría y Jonny, sustituía a Pau Martínez y, en su primer balón, se sacaba un centro con muy mala idea que obligaba a salir de puños a Diego García. La acción seguía viva con el cuero muerto en la frontal del área, pero ninguna pierna de Unionistas aparecía, y sí una del Arenteiro, para poner punto final a la jugada de ataque. Acciari continuaba agitando su banquillo y Dani García ingresaba al campo, pero el gol seguía muy lejos para Unionistas. Además, los blanquinegros perdonaban la vida antes de entrar en la recta final de la contienda, con un gran centro de Jonny que no encontraba el acierto de cabeza de Serrano.
La cita entraba en los últimos diez minutos y la lluvia hacía acto de presencia. Aquello hacía creer a los aficionados, pero ni con el aliento de la grada Unionistas era capaz de doblegar al Arenteiro. Por si fuera poco, en la última acción del partido, la madera negaba el gol al cuadro salmantino. Afición y jugadores se marchaban resignados después de un partido sin goles, donde Unionistas despertó en la segunda parte sin encontrar el premio del gol. Los salmantinos, que aventajan en dos puntos al descenso, pondrán su mirada en la jornada del sábado.