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Unionistas presentó sus credenciales de cara a la Liga que se viene; y que, para empezar, le lleva este próximo domingo a Las Llanas para medirse al Sestao River. Aunque, la única sensación cierta es que a este equipo todavía le queda camino (mucho) por recorrer, a pesar de la victoria cosechada en la recta final del encuentro con un tanto de penalti transformado por Pau Martínez.
Casi desde el minuto uno quedó claro que al equipo de Llácer le hará falta meter una marcha más esta semana antes de que el próximo domingo estrene la competición oficial en Las Llanas de Sestao; tanto con balón como sin él. Pues quitando la trilogía de ocasiones en torno a la media hora de partido, el Valladolid Promesas no pareció equipo de inferior categoría en nada, salvo porque al mirar a los jugadores a la cara se le veían niños. Muchos, de verdad, todavía lo son. Y sin embargo dieron la cara en defensa, con los errores propios que se le presupone a un filial, y con el desparpajo que también es seña de identidad de los conjuntos 'B' galopando en fase ofensiva.
A penas pasó nada hasta la cuenta atrás de '3, 2 y 1' para cantar el segundo himno de la UDS del curso en este Reina Sofía. A partir de ahí, Unionistas es verdad que mejoró a través de las botas de Iván Moreno, que fue el encargado de abrir las hostilidades con dos arrancadas que parecen marca de la casa y que tienen siempre un 'as' escondido en la manga. En la primera, fue un pase perfecto a Pascual para centrar al corazón del área; en la segunda llegó un chutazo con rosca que se marchó rozando la escuadra. Un disparo posterior de Santamaría también lamió el poste; en la tercera y definitiva ocasión el meta salma tino del Promesas, Gonzalo, sacó una mano prodigiosa en un remate a bocajarro de nuevo del delantero vasco
Cuando mejor parecía que estaba Unionistas llegó la pausa para la hidratación y dinamitó todo lo construido hasta entonces, a través de las bandas. El choque volvió a enredarse sin que Unionistas fuera capaz de volver a decir esta boca es mía; de hecho, tan igualadas estuvieron las fuerzas que el filial pucelano tuvo en la recta final del primer acto tuvo dos ocasiones claras: un centro lateral de Hugo que se paseó entre palos sin rematador y un zapatazo desde la frontal que Iván Martínez desbarató con el acierto que ya demostró tener la pasada temporada.
Tras el descanso, Llácer le trató de cambiar la cara al equipo con la entrada de Pau Martínez y Álvaro Gómez, con el que el equipo cambió el dibujo, con los laterales muy altos, que le hizo más fácil el trayecto hasta el área rival. Bombeó balones el conjunto albinegro; aunque con la referencia perdida por sustitución de Gorka Santamaría, las acciones acabaron en la nada. La falta de ese punch final le rebajó las pulsaciones al juego del equipo, y con ello el Promesas volvió a ganarle metros en el cuerpo a cuerpo. Hasta tal punto, que el juvenil Rulo pudo haber abierto el marcador con un disparo más desde la frontal que atajó en dos tiempos Marco Coronas.
Cuando más parecía que el Valladolid Promesas se le subía a las barbas apareció un penalti en la penúltima llegada al área blanquinegra del encuentro que se encargó de transforma Pau Martínez para, visto lo visto, al menos acabar con el regusto agradable que dejan siempre los triunfos. No va más. Próxima parada, jornada 1 de Liga.
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