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Roberto Pescador, de brazos cruzados, a pie de campo. LAYA
ENTREVISTA A ROBERTO PESCADOR, PRESIDENTE DE UNIONISTAS

«Si los socios quieren que me vaya o que nos vayamos todos, no habrá problema»

«Mantenernos en 1ª RFEF es un éxito. El problema han sido los últimos tres meses», asegura para LA GACETA unas horas después de haber logrado la salvación

Martes, 27 de mayo 2025, 06:45

Unas horas después de haber logrado la salvación, Roberto Pescador, presidente de Unionistas, reconoce que los últimos tres meses han sido un martirio, pero considera que la temporada del club ha sido un éxito, incluido el primer equipo. Insiste en que ha tomado nota de la temporada.

Pasada la euforia del momento, ¿qué siente más el presidente: alegría o alivio?

—Ahora, alivio, sobre todo, más que alegría. Al acabar el partido en Barcelona, quizá más alegría, por lo mal que lo habíamos pasado estos meses. Mantenernos en Primera Federación hizo que toda la tensión acumulada saliera fuera.

¿No ha tenido que ser fácil afrontar estos días? ¿Cuántos años de vida ha perdido el presidente en este mes y medio?

—Cinco, diez... es difícil de cuantificar. Han sido posiblemente los tres meses más duros que recuerdo.

¿En algún momento, sinceramente, se vio con los huesos en Segunda Federación?

—El sábado no. Creo que estuve bastante tranquilo porque los resultados que se iban dando nos favorecían. El 2-1 sí que hizo que llegaran los nervios durante esos cinco minutos, porque el empate nos estaba favoreciendo. Pero sí que ha habido otros momentos, por cómo estaba el equipo, en los que sí me veía en Segunda Federación.

¿Qué momentos fueron esos?

—Creo que fueron dos, o mejor dicho, tres. Después de Barakaldo, cuando la situación empezó a complicarse. Con el empate en casa contra la Gimnástica Segoviana me di cuenta de que nos habíamos metido en un problema. Y el día de Osasuna Promesas, en el Reina Sofía, saltaron todas las alarmas.

¿Dónde estuvo el principal fallo? ¿Quién generó esa expectativa de ascenso que tanto ha marcado todo?

—Fue una equivocación que quizá partió de nosotros, como club. Tenemos que tener claro que el gran objetivo tiene que ser siempre la permanencia, algo que en esta categoría sigue siendo un éxito, porque hay que ver que desciende el 25 % y hay que ver qué equipos. A partir de ahí, mantener esa mentalidad de que este equipo puede conseguir todo, pero el objetivo, hasta que lo logremos, no debe ser otro que la permanencia. Después, seguro que podrán llegar otras cosas.

Pasado el tiempo, ¿fue un error echar a Llácer a siete jornadas del final de Liga?

—Estaba claro que en ese momento la situación era insostenible. Y hay que entender la labor de Dani Llácer. No es que sea mal entrenador, que me parece muy bueno, pero en una categoría como esta, al equipo le costaba dar con el modelo de juego y no acababa de romper. Quizá teníamos que haber tomado la decisión un poco antes, pero bueno, la tomamos entonces y ya está. De poco vale lamentarse por la leche derramada.

Hablaban de haber aprendido la lección. ¿Esto pasa por una limpia en el apartado deportivo? ¿Por qué Rubén Andrés no seguirá, teniendo una cláusula que le 'aseguraba' continuidad?

—De eso me vas a permitir que no adelante acontecimientos, porque hay que tratar muchos temas y ya veremos.

¿Y para el banquillo? Porque Acciari no va a seguir.

—No. José Luis tenía contrato hasta el final de temporada y hay que agradecerle su trabajo y que haya conseguido el objetivo para el que se le trajo. Creo que hay que darle valor a la victoria en Lezama, que era muy difícil tal y como estábamos. Mentalizó al equipo y le ayudó a sostenerse.

Tienen siete jugadores en plantilla con contrato. ¿Seguirán todos?

—Es una cuestión que se planteará la dirección deportiva. Lo más lógico es que sigan.

El modelo de plantilla estaba basado en jugadores jóvenes o gente que quisiera revitalizar su carrera tras temporadas difíciles. ¿Eso va a cambiar o va a seguir siendo el modelo?

—El modelo de Unionistas debe seguir siendo el de ser un trampolín para la gente, que siempre nos ha venido bien y ha hecho que podamos traer jugadores que, en otro caso, no hubiera sido posible. Hemos tenido jugadores que han estado a buen nivel y que, seguramente, el año que viene no estén porque tengan buenas ofertas.

Qué cosa tan extraña es que la temporada del primer equipo no vaya acorde con la del club, donde se ha logrado subir a Tercera RFEF y a División de Honor. ¿Es una situación idílica?

—En un club, es el primer equipo el que lo mueve todo, pero no me quiero olvidar de los éxitos del club en general: en la estructura deportiva y en el resto. Mantenerse en Primera Federación es un éxito; el problema ha sido estos tres meses tan duros, que quizá han hecho que la temporada tenga un sabor amargo. Pero seguir en la categoría es un éxito, teniendo en cuenta la situación, y hemos tenido éxitos enormes en las categorías inferiores y en el femenino. Ha sido un año excelente y el balance no puede ser más que positivo.

El club siempre ha tenido una relación muy especial con la Copa. ¿La intentará jugar a través de la Copa RFEF?

—Es algo que dependerá del entrenador y de la dirección deportiva. Si me preguntas a mí, creo que debemos ir a competir esa Copa RFEF e intentar conseguir el acceso a la Copa del Rey.

La primera medida apunta al fichaje de David Alonso Mata como director general. ¿Qué viene a hacer, qué proyecto tiene y por cuántas temporadas ficha?

—El tema del director general está muy avanzado y creo que en breve podremos hacer el anuncio, y entonces se conocerán los detalles.

Otro de los temas más duros de la temporada ha sido la crispación en la grada. ¿Por qué?

—Es lamentable que sucedan esas cosas. Cada uno tiene sus ideas y, claro que puede expresarlas, pero si estás en el campo, lo que tienes que hacer —y aquí me permito dar una lección— es animar a Unionistas. Y si estás fuera del campo, se pueden tomar decisiones, y hay unas elecciones para plantear otras opciones. Los socios, siempre que quieran, pueden plantear una asamblea extraordinaria para tratar cualquier tema, pero a la grada se va a animar a Unionistas.

¿Tiene solución?

—Debe tenerla. Pero, al final, es algo inherente al crecimiento del club y es natural que haya divergencias a la hora de entenderlo. Todos debemos poner de nuestra parte. Lo importante no es cada uno: hay que dejar de intentar ser el líder de nada y llevar la voz cantante, y pensar en qué puedo ayudar para hacer que el equipo vaya mejor.

La gente discrepante pide dimisiones. ¿Habrá cambios en la directiva?

—En principio, no. Pero la gente tiene la opción de plantear una moción de censura. Si los socios quieren que yo me vaya o que nos vayamos todos, yo o todos nos iremos, no habrá problema. No tengo ningún aprecio por el cargo y, si estoy, es por responsabilidad con el club, igual que mis compañeros. Si los socios piensan que lo estamos haciendo mal y que es necesario un cambio, hay métodos para plantearlo. Lo que no voy a hacer es coger los bártulos e irme, porque sería contraproducente y, por responsabilidad, no lo haré.

La próxima semana se enfrenta a la Asamblea. ¿Espera que sea dura o tensa?

—No creo que sea dura, en el sentido de que el club está preparado para que haya cualquier debate y conversación. Todos esos debates serán bienvenidos, así que no creo que sea dura. Y tensa... creo que siempre es sano que haya debate y que cada uno pueda exponer sus opiniones.

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«Si los socios quieren que me vaya o que nos vayamos todos, no habrá problema»