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El conjunto blanquinegro, renacido en Lezama con el gol de David Rabadán a los 66 minutos de partido, recibe hoy (19:00) a la SD Tarazona en el Reina Sofía, a tres puntos de asegurar matemáticamente su presencia por quinta temporada consecutiva en Primera Federación.
Son palabras mayores, sobre todo tras los durísimos dos últimos meses de campeonato, en los que enlazó ocho encuentros consecutivos sin ser capaz de ganar.
Pese a que el rival llega con los deberes hechos y sin la vitola de otros grandes equipos de la Liga, lo cierto es que esta SD Tarazona es un hueso durísimo de roer: las quince porterías a cero que acumula este curso (más que nadie en toda la Liga), los 16 goles de Adri Fuentes —que le han valido para dar el salto el próximo curso a Segunda— y la puerta abierta que todavía tiene a la fase de ascenso, pero especialmente a la Copa de SM el Rey, son argumentos a tener muy en cuenta. Y que, desde luego, auguran una guerra durísima.
Unionistas no cuenta con esas bazas, evidentemente, y además arrastra bajas destacadas (especialmente la de Ramiro Mayor), pero tiene armas que también pueden ser letales. La principal: la fortaleza en el recinto del barrio de La Vega. El conjunto blanquinegro ha sustentado su temporada en lo que ha ocurrido en el Reina Sofía. Pese al cruel final de Liga, Unionistas es el sexto mejor conjunto en casa de toda la competición (tan solo superado por los equipos que actualmente ocupan puestos de playoff).
También se ha sumado como arma del equipo de Acciari —porque ha sido brote de su cosecha— la solidez defensiva: Unionistas llega a este encuentro enlazando dos choques seguidos sin encajar, una virtud desaparecida esta campaña y que ha resucitado en el momento clave.
En este sentido, Acciari asegura que no decidirá hasta última hora si jugará con cinco o cuatro jugadores en la zaga. Todo apunta a que se decantará por el esquema que le ha dado la posibilidad de sellar hoy la salvación, pero...
Las cuentas de la permanencia se cierran con una victoria, aunque en determinados momentos del choque —y de la jornada unificada— un empate podría ser suficiente para lograrla de forma definitiva. Sea como fuere, lo que no puede pasar bajo ningún concepto es que hoy no se cierre.
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