Las gradas supletorias podrían volver al Reina Sofía por la Copa

Casi once meses después, el estadio Reina Sofía y la Copa del Rey se vuelven a ver las caras después de la intensa relación que recinto y competición vivieron el curso pasado, con tres partidos para la historia de Unionistas ante el Sporting de Gijón, Villarreal y FC Barcelona. Será en la segunda ronda de la 121 edición del torneo, en el que Unionistas se medirá al Rayo Vallecano de Madrid.

Desde el conjunto blanquinegro ya tienen fijada una hoja de ruta de cara a acoger el encuentro de la próxima semana. Con el aforo, entre ceja y ceja. En este sentido, desde el club habían asegurado a este diario que la instalación o no de gradas supletorias dependería del rival que tocara. El punto de partida estaba claro: no se abordará salvo que «el rival y las cuentas cuadren».

Y, en este sentido, el Rayo Vallecano era uno de los marcados en rojo. Por cercanía del desplazamiento y por fidelidad de su afición. El club, con el sorteo todavía en caliente, cree que puede llenar el estadio y empieza a deshojar la margarita de la decisión final.

El mayor hándicap que Unionistas se encuentra cada vez que se le presenta un partido de alta expectación, como es este de Copa, está en los costes: cada butaca instalada supone un gasto, a lo que hay que sumar la elaboración de un nuevo plan de seguridad en función del nuevo aforo, que también supone un desembolso.

Como precedente al que poder agarrarse y estudiar la colocación final de las gradas supletorias está el choque que el CD Guijuelo disputó el pasado 2 de diciembre del 2021 ante el conjunto de Vallecas, en primera ronda de esa edición del torneo del KO. El conjunto chacinero no puso entonces gradas extra y ubicó a los 300 seguidores que se desplazaron desde el barrio de la capital de España en el fondo denominado de las piscinas.

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