«Con tantos años en el club, y siendo de la casa, mi despedida se podría haber hecho de otra manera»

52 días después de anunciar entre lágrimas su adiós del Salamanca UDS, Antonio Amaro se ha mentalizado de que su futuro con el balón no pasa por la ciudad del Tormes. Después de defender la elástica albinegra contra viento y marea durante 248 partidos, el salmantino se despidió «en paz» y «con la cabeza muy alta» del Helmántico, aunque las formas no hubiesen sido las correctas con un jugador de su cartel.

Entre tanto, y hasta confirmar su próximo destino, Amaro no pierde el tiempo y continúa con su actividad, una de ellas es la celebración del tradicional Campus Antonio Amaro, que dará comienzo el próximo lunes 30 de junio en El Tori con su quinta edición.

Hace nada celebraba la primera edición del Campus Antonio Amaro, y desde este lunes serán ya cinco veranos con los más jóvenes disfrutando de dicha experiencia.

—Al final es un proyecto que me ilusiona muchísimo. También es un proyecto que me ayuda a crecer en lo personal, y es una maravilla ver a los niños disfrutar cada año. Y la verdad, ver que siguen viniendo al campus pues da mucha satisfacción.

En esta ocasión, igual que en la anterior edición, no podrán contar con el estadio Helmántico, sin embargo, eso no parece ser un problema para los niños.

—Los jóvenes, como nosotros cuando éramos pequeños, al final tienen la ilusión de poder jugar en el Helmántico. Es cierto que ya llevo dos años que no puedo entrenar allí por unas circunstancias o por otras, pero, los niños valoran muchísimo también el estar conmigo. Saben que soy un jugador profesional y ese aprecio se lo agradezco con todo el cariño del mundo y pudiendo enseñarles un poquito todo lo que sé. Siempre suelo cerrar el campus con 60 niños, en El Tori es el espacio que es y no podemos más, pero estoy muy satisfecho.

¿Cómo será el día a día de los jóvenes en el campus, y si tendrán alguna visita especial?

—Durante toda la mañana los niños estarán con sus monitores, y no solo tendrán actividades relacionadas con el fútbol. Según como apriete el calor y cómo estén los niños de cansados pues lo cambiaremos por la piscina. Se trata de que los niños se diviertan y pasen un buen rato haciendo actividades. Y sí, tendremos la visita de algún jugador que haya estado conmigo estos años, y si puedo de otros ámbitos, también. No quiero decir nombres, porque quiero que se lleven ellos la sorpresa.

Cambiando de tercio, el tiempo se consume rápido y ya han pasado 52 días desde que se despidió oficialmente del Salamanca UDS.

—Pues sí. Pasadas varias semanas estoy bien. En lo personal, mentalizándome de lo que ha ocurrido y, bueno, haciéndome la idea de que lo más seguro es que tenga que salir de Salamanca. Y, en este momento, esperando que llegue algo bueno y que me ilusione para poder ir. Hasta entonces, sigo entrenando prácticamente todos los días con un entrenador personal, Richard Huerta.

Pasadas varias semanas, como dice, y dejadas a un lado las emociones, ¿puede decir Antonio Amaro que se marcha en paz?

—En mi caso, evidentemente, sí. Seguramente me he equivocado en muchas cosas, y lo siento mucho cuando me haya equivocado, pero siempre he actuado haciendo lo que he creído que era bueno para el club, incluso muchas veces por encima de mis intereses. Por eso me voy con la cabeza muy alta y muy tranquilo, porque yo sé que he dado todo desde el minuto uno hasta el final. Siempre lo he hecho pensando en mi club y sobre todo en mis compañeros, porque como ya sabéis hemos pasado momentos bastante duros.

¿Le dolió como se puso punto final a su etapa en el club, y más viendo la despedido de otros jugadores importantes de la entidad?

—Las despedidas son duras para todos y siempre pensamos que se podría hacer de una manera u de otra. Si es verdad que estando tantos años en un club, y además siendo de la casa, mi despedida se podría haber hecho de otra manera. El club vio que tuvo que ser así, y tampoco sirve de nada estar lamentándose y pidiendo cosas que no van a llegar.

Aunque por la forma en que se separaron es complicado, son muchos los que hablan de que Antonio Amaro debería tener una despedida a su altura.

—Por mi parte, te diría que ahora mismo no, para mí no hace falta. Prefiero que pase todo. Pero no te voy a mentir, lo mismo pasa un mes y te digo otra cosa. Es como me pillen en ese momento y como sean las circunstancias de todo a la hora de sentarnos.

Dejando de mirar al pasado, para poner el foco en el futuro, Antonio Amaro quiere seguir ligado al mundo del fútbol, y dentro del terreno de juego.

—Al final lo único que quiero es un poco disfrutar de lo que me queda de fútbol, aportar todo lo que pueda y sobre todo, encontrar un proyecto que me ilusione y que tenga las aspiraciones de ascender. Pero, lo principal es estar tranquilo.

La realidad es que sigue teniendo pretendientes, y algunas de esas propuestas proceden del fútbol balear, entre otros. ¿Qué puede comentar de esos cantos de sirena?

—He tenido ofertas, pero no te puede decir mucho más. Sinceramente no sé dónde acabaré, estoy barajando opciones. Lo que estoy buscando ya no es por tema económico ni nada de eso. Únicamente deseo tener tranquilidad, lo que no he tenido estos años, y llegar a un sitio que pueda disfrutar de lo que me queda.

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