Galván, Fabi y Lorenzo: claves y nombres propios del Salamanca UDS - Deportivo Fabril (3-2)

Una vez se puso el balón a rodar Martín Galván tomó la palabra para desequilibrar el partido. Dejando de lado el tanto que abrió el marcador, el atacante mexicano brindó de buenos balones a los suyos siempre que tuvo el balón en su poder. Si no fuera por el buen trabajo del meta visitante, se podría haber llevado algún tanto más a casa.

El jugador de 20 años maravilló en cada acción, y es que, siempre que el esférico estaba en las botas del dorsal 23 se notaba cierto nerviosismo en la zaga salmantina. Brindó el empate a Kevin tras una gran jugada individual que culminó con un centro al ariete. Y, hasta que sus piernas aguantaron, comandó las operaciones ofensivas del equipo coruñés. Esta es una de las muchas joyas que tiene el Deportivo de La Coruña en su filial, y muy seguramente dentro de escasos años lo veamos en el fútbol de primer nivel.

Por otro lado, y no menos importante, el nombre de la victoria. Óscar Lorenzo aprovechó sus 12 minutos sobre el campo de la mejor manera. Buscando doblegar a su defensor en todo momento con sus constantes cambios de ritmo, y encontró, con fortuna pero había que estar en ese sitio, el tanto de la victoria salmantina. Además, tal y como acuñó su entrenador tras el partido: «Con su trabajo en el día a día se venía mereciendo una satisfacción como esta».

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