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Miguel Hernández, presidente de la Delegación salmantina de fútbol. MORGAN
“Para que los niños jueguen en la plazuela, es mejor que se reactiven las competiciones”

“Para que los niños jueguen en la plazuela, es mejor que se reactiven las competiciones”

El máximo representante del fútbol local, Miguel Hernández, pasa revista a un mes vista de la fecha marcada por la FCyLF para arrancar la temporada: “El mayor problema que veo para volver en enero son los vestuarios y el transporte”

Martes, 8 de diciembre 2020, 20:12

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La rumorología del fútbol base ya se ha puesto en marcha: “Vamos a volver a entrenar en dos días”, se dicen de niños a padres y de padres a abuelos. Lo cierto es que enero es el mes sobre el que la Junta de Castilla y León había aparcado el retorno a la vida del grueso de deportes, incluido el fútbol de cantera... Y eso es lo mismo que a la vuelta de la esquina. En este contexto, Miguel Hernández, máximo responsable del fútbol regional, toma la palabra: “Para que los niños jueguen en la plazuela, que lo hagan con sus equipos que será siempre mucho más seguro”.

–El runrún del inicio “inmediato” del fútbol base coge cada vez más fuerza. Y enero es la fecha en la que la Junta tiene que volver a decidir qué hacer. ¿Cómo están las cosas? ¿Qué certezas hay a día de hoy?

–Aquí solo hay dos cosas ciertas: que las autoridades sanitarias nos marcaron enero como fecha en la que podríamos empezar a funcionar, y que para que los niños estén jugando en la plazuela con sus amigos que lo hagan, al menos, en un entrenamiento que tendrá más seguridad que hacerlo así. Después, pues hay equipos que tienen muchas ganas de empezar ya, y luego están los que piensan todo lo contrario. Lo lógico es pensar que cuando se asegure la seguridad esto empiece a funcionar, y no debemos estar muy lejos de eso.

–Enero está a la vuelta de la esquina... ¿qué es lo que más inseguro ve para que se vuelva como aboga la FCyLF?

–Es algo que tengo muy presente, y que debato conmigo mismo cerca de noventa veces al día: cómo hacemos con los vestuarios, ¿vienen los niños cambiados de casa, se marchan sucios a casa, entran de uno en uno en ellos y después se limpian tras cada uso? Es algo que me inquieta bastante. Luego está el tema de transportes —los viajes en autobús— para los equipos que tienen que viajar mucho es algo parecido. Son las dos cosas que me tienen más así; el protocolo en los campos se está demostrando bueno en las competiciones que se han reactivado. Que son cosas que con gente muriendo se hacen raro tener en la cabeza, pero es algo que hay que solucionar bien. Otra cosa en la que pienso es que ya que la temporada va a ser corta —de una sola vuelta: 13 partidos— podemos acomodar los partidos en meses en los que no haga tan mal tiempo.

–¿Tiene la Delegación miedo de que el fútbol base de Salamanca dé un paso atrás por la pandemia?

–La Delegación tiene el mismo miedo que con la crisis económica, es algo que afecta y mucho. Hasta ahora siempre hemos presumido de sumar, cada vez tenemos más ligas, más equipos y más licencias. A lo mejor ahora tenemos que dar un paso atrás para dar dos adelante luego. Esta situación es algo que comparo con mi hermandad —es hermano mayor de Nuestra Señora de La Soledad—, a día de hoy no sacaríamos personas para sacar el paso por miedo, pero cuando esto vuelva a su ser habrá diez mil que lo quieran hacer. Con el fútbol pasa tres cuartos de lo mismo.

–Miguel, lleva toda su vida al frente del fútbol charro, se ha enfrentado a mil y un problemas... Cuál ha sido su segundo problema más grave al frente de la institución, teniendo claro que la pandemia será el más difícil de todos los que ha vivido.

–A mí me ha pasado de todo, pero nada como esto. La Delegación de Salamanca nunca ha sido conflictiva porque gracias a dios esta es una provincia humilde y trabajadora. Lo que pasó con la UDS fue muy fuerte, pero a nivel de base yo tengo que recordar dos momentos, un equipito de gitanillos que jugó dos temporadas y que su salida a la competición causó muchos problemas y luego el equipo de presos que se alistó en la Provincial de Aficionados y que a todo el mundo daba miedo. Eso me causó disgustos grandes, pero tengo que decir que nunca he sentido miedo. La diferencia con ahora es que eso eran problemas a los que tú te podías enfrentar, afrontar y atajar de la mejor manera que sabías, y aquí no hay defensa posible. Esto que nos está pasando es algo que nos supera a todos...

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