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El Club Deportivo Guijuelo recibía la visita del Laredo, en un duelo donde ambos conjuntos ocupan los puestos de descenso, y por consiguiente, están necesitados de sumar de tres en tres. Y esa necesidad pareció inundar al cuadro chacinero con el comienzo de la contienda. Los pupilos de Rubén Gala salían con la portería defendida por Óscar entre ceja y ceja, y poco tardaban en firmar las primeras llegadas del partido. Yenerey, que partía por primera vez de inicio, aprovechaba sus minutos para comandar las ofensivas guijuelenses, sin embargo, el acierto de la zaga y la permisividad del colegiado zanjaban cualquier intento de ponerse por delante en el marcador.
Cumplido el minuto 13 de partido, el recién llegado Antón perdonaba el 1-0 enviando un remate por alto tras un saque de esquina. El jugador local, libre de marca, se llevaba las manos a la cabeza viendo la gran oportunidad que dejaba escapar. Eran los minutos del Guijuelo, ante un cuadro cántabro que apenas ponía en aprietos a Johan. Y esta vez era Ezkurdia quién internaba por el flanco izquierdo para colgar un balón que rozaba Pana en el primer palo. Las ocasiones perdonadas y el Laredo que venía en buena racha convirtió el duelo en una historia en la que todos sabían su final, o, por lo menos, el final del primer tiempo. Superado el primer ecuador de partido, los visitantes empezaron a desquitarse de las cadenas del inicio, y ello introdujo cierto nerviosismo entre la escuadra verdiblanca. Además, el colegiado tomaba cierto protagonismo al sancionar ciertas faltas de un lado con mayor rapidez. Todo ello creó un caldo de cultivo que supo aprovechar a la perfección el Laredo. Llegado el minuto 32, Torre se hacía enorme dentro del área para cabecear un gran córner y colocar la primera diana del encuentro en favor del Laredo.
El tanto cántabro hacía decaer los rostros empapados de los jugadores guijuelenses, además, veían como sus rivales podían incrementar su ventaja por medio de Vassilakis, pero, el cuero terminaba en las manos de Johan. En los compases finales del primer tiempo, los hombres de Rubén Gala intentaban levantarse y hacer ver a su afición incansable que este equipo seguía muy vivo. Bajo el grito atronador de la grada: «Vamos Guijuelo» en el graderío, Antón protagonizaba una nueva llegada con peligro. El nuevo fichaje remataba al borde del área, pero, Arriola despejaba bajo los palos para mantener a los suyos por delante. Con ventaja en el marcador para el conjunto cántabro, los 22 protagonistas ponían rumbo al túnel de vestuarios con la imperiosa necesidad de abrir la lata de los goles por parte del cuadro local. El Guijuelo no sacaba rédito de sus llegadas con peligro, y el Laredo no perdonaba.
Y, el descanso no podía venir mejor a los intereses chacineros. En la primera acción de la segunda mitad, el 'torbellino' Morales igualaba las tornas con un duro disparo. Pana sacaba a relucir su magia para que apareciese Coque desde atrás, y el disparo del lateral zurdo, que era detenido por la zaga cántabra, terminaba en las botas de Morales para poner las tablas. El tanto trajo un claro dominio local en los siguientes compases, aunque, los múltiples charcos sobre el terreno de juego dificultaron el juego en ambos conjuntos. Tal fue así que la segunda mitad apenas ofreció trabajo a los guardametas. Ya en los minutos finales, Morales protagonizaba una doble ocasión para los chacineros, y el Laredo tenía la victoria en la última acción, sin embargo, los dos equipos no conseguían el premio del gol y el partido concluía en tablas.
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