El Guijuelo se lleva ante el Covadonga un partido sin nada en juego (3-1)
Lolo Plá, Manu Molina y Eizmendi, los goleadores chacineros
Domingo, 9 de mayo 2021, 21:59
de Chuchi Jorqués para este primer partido ya con todo decidido —por desgracia— era la de “ser honrados por respeto al club y al escudo”. Y se cumplió. Desde el pitido inicial, además. No había hecho que empezar a rodar el balón cuando el balón se desaguó hasta la portería defendida por el jovencísimo Hugo Escobar —16 años de portero—, al que Lolo Plá no perdonó la pifia: del lío a la hora de sacar el balón hacia adelante salió desmadejado y rodando por los suelos mientras el delantero extremeño marcaba a placer.
Así arrancó un encuentro que tuvo una primera media hora trepidante y más divertido para la grada; pues si el fallo de Escobar fue grueso el de Sarkauskas en el primer acercamiento del Covadonga fue cuarto y mitad. El portero lituano segó a Martón y le regaló un penalti al conjunto asturiano cuando ni se lo esperaba; el mismo jugador derribado fue el encargado de transformar, lanzando por el medio de la portería, la pena máxima. Antes del empate Pozo había tenido el segundo tanto local.
El Guijuelo encajó el golpe como no ha hecho este curso, puede que por la ausencia de presión; pues la respuesta chacinera fue el segundo tanto que llevó la firma de Manu Molina. No solo porque fue el encargado de anotar el tanto, sino que él mismo había recuperado el balón en tres cuartos y él fue haciendo eslalon hasta desembarcar en el área de Hugo.
Con el 2-1 el choque se espesó de mala manera por la tremenda tromba de agua que ya afectó a lo que restaba de partido; y era mucho. Primero por la manera de caer agua, y después por los enormes charcos que quedaron sobre el Municipal Luis Ramos, que ralentizó el juego e hizo que se dibujara una segunda parte a trompicones; en la que el Covadonga se hizo con el balón, mientras el Guijuelo se defendía bien. A Sarkauskas solo hubo que anotarle dos buenas manos, y otra pifia gruesa como la de la primera parte que generó un libre indirecto en boca de gol, que por fortuna no vio puerta.
Como en el primer tiempo, el Guijuelo respondió a la clara acción asturiana con una contra letal que mató el encuentro. Eizmendi apareció en el segundo palo a la espera del rechace para hacer el definitivo 3-1.