Todos con Fernando, el corazón del fútbol base: «Con cada uno de tus latidos, todos ganamos»
El portero del Santa Marta benjamín estará alejado del campo para regresar con más fuerza
Fernando es guardameta del equipo benjamín de la Unión Deportiva Santa Marta. En este inicio de temporada, la vida le ha puesto en su camino una pequeña piedra que le obliga a estar alejado de los terrenos de juego durante un tiempo por un problema de salud. Sin embargo, para este pequeño 'crack', que habla con la entereza de un adulto, no habrá ningún escollo que lo aparte de la portería.
Con 4 años, una afección cardíaca, en un día cualquiera, puso en alerta a su familia. Su madre, Lorena Borrego, le preguntó con preocupación qué le ocurría, a lo que Fernando respondió con una sonrisa, pese a su malestar: «Te quiero tanto mami que me duele un poco el corazón», recuerda. De inmediato, la preocupación llevó a Lorena a acudir a un especialista y después de una serie de pruebas en cardiología infantil, a Fernando le diagnosticaron el síndrome Parkinson-White. «Es una afección que provoca que el corazón lata rápido durante períodos de tiempo de forma anormal. En el caso de Fernando, el corazón le iba a 240 y de repente bajaba a 90», cuenta su progenitora.
Con el paso del tiempo, los episodios de taquicardias no cesaron, y aunque se daban en un periodo de tiempo muy corto, «él en esos momentos sí se ponía nervioso al no saber por qué le ocurría», pero nunca soltó ni los guantes ni el balón, ya que es un enamorado del fútbol. Hasta que este año, la solución a sus problemas sí le obliga a hacer un alto en el camino. «Con 8 años ya puede someterse a una ablación cardíaca, y con ello se pondrá fin a esos episodios que tiene, más o menos que pueda hacer una vida cotidiana».
El joven, que arribó este curso en el Alfonso San Casto, debe enfrentarse ahora al mayor de los partidos. «Teníamos claro que el fútbol en este aspecto es secundario, y lo principal era que estuviese bien en el día a día». Una situación que, con tal solo 8 años, Fernando entendió perfectamente. «Es el que mejor lo ha asimilado en casa», y es que, tal y como cuenta el protagonista: «Me da igual, no me voy a morir ni nada, entonces me lo tomo con tranquilidad», explica Fernando.
Tras cumplir el primer partido con el conjunto tormesino, el Santa Marta benjamín pierde a su portero durante un tiempo, pero solo lo hará sobre el verde, ya que el joven acompaña desde la grada a sus compañeros en cada partido y entrenamiento. «Yo voy a volver, seguro. Además, quiero levantar el título de Liga con mis amigos», añade.
Una vez conocida la noticia, desde el Santa Marta arroparon a su jugador para hacerlo sentir «como en casa». «El club no se ha podido portar mejor con nosotros. En el siguiente partido en casa, en el que ya no estaba Fernando como jugador, le prepararon un pequeño homenaje. Los padres del equipo se presentaron con una pancarta de apoyo a Fernando y sus compañeros con camisetas: «Con cada uno de tus latidos todos ganamos», se podía leer«. Fue muy emotivo», comenta Lorena. Y es que, desde el San Casto tienen claro que: «A los niños les enseñas a jugar al fútbol, pero sobre todo que tengan unos valores de compañerismo y si a un chico encima de nuestro club le ha pasado algo, pues que estemos todos juntos con él», cuenta Calili, entrenador de Fernando.
Lo que está claro es que este pequeño gigante cuenta con su familia, y otra familia del fútbol, y ello hará que los guantes nunca salgan de sus manos, y más cuando hay delante un verdadero 'crack' del fútbol.
Los compañeros de posición mayores se vuelcan con Fer
Los guardametas del Santa Marta Del Río y Saldaña, y Johan, del Guijuelo, no dudaron en enviar un mensaje a Fernando, y es que, entre porteros se entienden a la perfección. «Estoy seguro que todo va a salir bien y que luego en menos de lo que te esperas vas a estar otra vez disfrutando y jugando con tus compañeros que es lo que te mereces», dijo Del Río, y en la misma línea Saldaña: «Estas cosas solo le pasan a los valientes y tú eres un pedazo de valiente. En nada estarás de vuelta. Aquí tiene un amigo». Mientras que Johan, quién le regalará sus guantes: «Sabes que somos compañeros de posición y aquí vamos a estar para lo que necesites. Cualquier cosa, Johan está aquí».