Avenida se va al parón de la peor manera posible: tercera derrota seguida (67-74)

El minuto de silencio en el día de Todos los Santos por los muertos de Valencia en el torrente de agua que arrasó con todo a su paso se sintió más profundo, más heavy, que el pasado miércoles en Euroliga. Por la conciencia y la dimensión de auténtica tragedia que ese día no se veía de manera tan nítida. Ese silencio sepulcral lo rompió el bocinazo de Würzburg mandando a la cancha a los quintetos de Avenida y Gran Canaria. Ver tan compungida a la 'marea' le cortó el cuerpo al equipo de Anna Montañana, que no le cogió nunca aire al partido ni tampoco a Gran Canaria, que se mostró como un equipo pegajoso con la rotación justa. Y así se certificó la tercera derrota seguida en una semana.

Que el primer cuarto (y el choque) se le iba a atragantar quedó claro nada más ganar el salto Sika Koné; porque la posesión fue finalmente para las canarias después de que Guirantes hiciera un extraño campo atrás. Luego costó anotar los primeros dos puntos, que consiguió la maliense desde el tiro libre y, finalmente, la ventaja con la que se llegó al descanso tan solo fue de un punto más, tres (23-20), tras hacer mucho el acordeón en el que se echó en falta más orden, concierto, pero sobre todo autoridad defensiva.

La entrada de Silvia Domínguez se vio que le había dado otro aire a Avenida en el primer cuarto; sin embargo, cuando de verdad lo palpó el pabellón y el equipo fue en el arranque del segundo periodo, que es cuando Avenida lució su mejor cara. Hubo una acción deliciosa que arrancó con un rebote ganado en defensa por Jankovic y que luego trenzaron a gran velocidad la capitana, Carter y Fasoula y que se resolvió con un triple de la americana. Para cuando restaban 7 minutos para el descanso Avenida ya se veía 6 puntos arriba, que era un colchoncito sobre el que empezar a edificar la victoria. Pero esa no era la realidad de este choque para Avenida, que se mostró como un equipo cansado físicamente (¿y emocional?, por las dos derrotas encajadas), al que la rotación de Canarias le anuló la pequeña ventaja hasta el punto de verse por delante en el marcador a 37 segundos del descanso. Sin embargo, Carter, que se fue al entretiempo con 11 puntos y un 3 de 4 en triples, salvó los muebles sobre la bocina.

El tercer cuarto fue un cuarto del segundo periodo. Pareció que el equipo de Montañana había entendido y aprendido la lección tras el paso por vestuarios; pero nuevamente cuando volvió a coger una ventaja de +6 en el marcador (47-41 en el ecuador del periodo) el Avenida volvió a adolecer de lo mismo que en el primer periodo. Y entre eso y que los colegiados tomaron decisiones más que discutibles (técnica para Vilaró incluida), Gran Canaria y las azulonas llegaron al último periodo empate en el marcador (53-53). Que fue más fruto de la casualidad que del coraje. Y así quedó demostrado en un inicio del último periodo más que deficiente en el que las isleñas se pusieron 7 puntos (57-64) arriba a 7 minutos del final. Ni con esas el equipo perfumero reaccionó, que acabó claudicando en un mal encuentro por 67 a 74.

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