Ir a la playa sin salir de 'casa' es posible: estas son las mejores playas de Castilla y León

Cuando el sol aprieta y las temperaturas comienzan a escalar más allá de los 30 grados, el cuerpo pide agua. Las vacaciones estivales, que para muchos significan arena, olas y chiringuitos junto al mar, también pueden vivirse de una manera distinta —y sorprendente— sin necesidad de salir de Castilla y León. Porque, aunque esta tierra no tiene costa, sí cuenta con una buena colección de playas de interior, embalses y piscinas naturales que ofrecen una escapada perfecta para sobrellevar el calor sin hacer cientos de kilómetros.

Y es que pocas cosas hay más agradables que sumergirse en agua fresca rodeado de naturaleza, respirar aire puro y disfrutar de un entorno sin aglomeraciones ni el bullicio de las zonas turísticas tradicionales. En Castilla y León, la playa también es posible: desde riberas acondicionadas junto a embalses rodeados de pinares, hasta piscinas naturales en plena sierra o playas fluviales con vistas de postal.

A continuación, enumeramos seis playas espectaculares para darte un buen chapuzón este verano sin salir de la Comunidad. Seis rincones únicos, accesibles, llenos de encanto y perfectos para disfrutar de una jornada refrescante al más puro estilo castellano y leonés.

Situada en el embalse de la Cuerda del Pozo, junto al pueblo de Vinuesa, La Pita es una de las playas de interior más bellas de Castilla y León. A orillas del embalse, esta playa rodeada de frondosos pinares ofrece una mezcla perfecta de naturaleza, tranquilidad y frescor. La zona está equipada con servicios básicos y merenderos, y es ideal tanto para bañistas como para quienes disfrutan del senderismo o el piragüismo. Sus aguas, de un azul profundo, están siempre frescas incluso en los días más calurosos, lo que la convierte en una opción muy apetecible para quienes buscan huir del bochorno del verano.

Ubicada en pleno corazón del Parque Natural de Arribes del Duero, esta playa fluvial es una joya escondida entre cañones y acantilados graníticos. El entorno es simplemente espectacular: aguas calmas encajonadas entre altos riscos, vegetación autóctona y una paz difícil de encontrar en otros destinos. Aparte del baño, se pueden realizar paseos en barco por el Duero o explorar las rutas de senderismo que recorren las arribes. La playa de Aldeadávila es un destino perfecto para quienes buscan naturaleza salvaje y un baño con vistas imponentes.

En el embalse de Ricobayo, a escasos kilómetros de la capital zamorana, se encuentra la Playa de los Molinos. Este enclave es una de las zonas de baño más populares de la provincia, gracias a sus aguas tranquilas, su fácil acceso y su ambiente familiar. Con zonas de césped, sombra natural, aparcamiento cercano y chiringuito, esta playa es ideal para pasar un día completo en compañía de amigos o familia. Además, el entorno rural zamorano, con suaves colinas y campos dorados, añade un encanto especial a esta escapada de verano.

El río Alberche crea a su paso por Navaluenga un conjunto de piscinas naturales que se han convertido en un auténtico reclamo veraniego. El entorno, enmarcado por la Sierra de Gredos, es de postal: aguas transparentes, un puente medieval de piedra, zonas de césped y arboledas donde tumbarse a la sombra. Las piscinas están acondicionadas para el baño, y cuentan con pasarelas, accesos cómodos y zonas de recreo. Un lugar perfecto para una escapada en familia o una jornada tranquila con la sierra como telón de fondo.

No hace falta salir de la ciudad para darse un baño. En pleno centro de Valladolid, a orillas del río Pisuerga, se encuentra la Playa de Las Moreras, una de las playas urbanas más emblemáticas de Castilla y León. Con arena, sombrillas, zonas verdes y hasta chiringuitos, Las Moreras es un lugar perfecto para combatir el calor sin salir de la capital. Además, está situada junto al paseo fluvial y muy cerca del casco histórico, lo que permite combinar el baño con actividades culturales o de ocio. Todo un lujo al alcance de la mano.

En el municipio de Quintana del Castillo, el embalse de Villameca ofrece uno de los paisajes acuáticos más relajantes de León. La playa de Villameca está rodeada de bosques de pinos y montañas suaves, lo que crea una atmósfera fresca y apacible. Sus aguas frías son ideales para quienes disfrutan del baño puro, y el entorno invita al picnic, al descanso o a practicar deportes acuáticos como paddle surf o kayak. Un rincón poco conocido pero perfecto para desconectar en plena naturaleza leonesa.