La fortaleza de Castilla y León que tiene nuevos propietarios neoyorquinos

De sobra es conocido que España se caracteriza por una riqueza patrimonial y paisajística que trasciende fronteras, no en vano, el país recibe cada año una media de turistas extranjeros que supera los 20 millones.

En este caso, el interés por conocer a fondo el patrimonio cultural y natural español ha cruzado el charco, enamorando a una pareja estadounidense que se ha aventurado a adquirir un conocido castillo burgalés.

Se trata de dos neoyorquinos, un médico retirado y una artista que, sin tener relación aparente con España, han comprado el Castillo de Lezana, que tras más de veinte años a la venta ha encontrado nuevos propietarios.

La torre fortificada, que es una de las mejor conservadas de la provincia de Burgos, fecha su construcción en el siglo XIV a cargo de Ferrán Sánchez de Angulo, que posteriormente la dejó en manos de una de las sagas familiares más importantes del Reino de Castilla, la familia Velasco. Años después, llegó a Eduardo Gil Lang, que dedicó una gran parte de su vida a conservar y mantener la propiedad.

Además de la torre, su entorno también se encuentra a la venta, un espacio natural espectacular en el que corzos o jabalíes pastan a diario, al más puro estilo inglés. Esta estampa es visible desde el puente levadizo, lo que añade aún más la imagen de película.

Los nuevos propietarios podrán disfrutar de los esfuerzos realizados por Eduardo, que logró mantener la esencia del castillo prácticamente intacta, a la vez que consiguió dotarlo de todas las comodidades actuales, por lo que esta pareja de norteamericanos gozará de un enclave único adaptado a vivienda, que cuenta con lujos que van desde un ascensor dentro de la fortaleza hasta una piscina climatizada con olas.

En total, el espacio cuenta con 25.000 metros cuadrados, de los que 18.000 corresponden al castillo, que, situado en el Valle de Mena, ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

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