¿Habrá tostones en Navidad?
La normativa de bienestar animal ya contribuye a que escaseen
Los tostones han vuelto a subir en la Lonja Agropecuaria de Salamanca y, aunque en un principio abogaban por repetir, al final la decisión fue aumentar el precio poco a poco pero, en principio con la intención de que sea de forma constante hasta Navidad. Ahora los tostones blancos de 4 a 6 kilos tienen un precio en la Lonja de Salamanca de 48 euros la unidad y desde 2005 solo estaban más caros en 2022 pero ya cerca de Nochebuena. Al consumidor pueden llegar en el comercio en torno al doble de lo que se paga en origen.
¿Son precios récord?
Sí. En la primera Lonja de Salamanca del mes de noviembre, desde el año 2005 hasta ahora su precio máximo fueron los 36 euros de 2022. El año pasado a finales de noviembre ya llegaron a 44 euros -subieron en mes y medio 12 euros la unidad.- y llegaron a Navidad a 49 euros. El precio actual supera incluso el que alcanzó el tostón en todas las navidades anteriores desde 2005 con la excepción de 2022. En ningún año antes había ocurrido además que su precio en el año no bajara hasta noviembre de los 41 euros la unidad en la Lonja de Salamanca.
¿Por qué suben tanto?
Porque apenas hay. En Salamanca se dedicaban a producir específicamente tostones las granjas pequeñas, las de entre 20 y 60 cerdas, y apenas quedan ya en las zonas productoras, que son Zamora, Segovia, Ávila y Salamanca. En la provincia salmantina hay granjas dedicadas a tostones en Poveda de las Cintas, El Campo de Peñaranda y en la zona de Valdecarros.
El ganadero de porcino y vocal de la Lonja Gregorio Sánchez explica que la Agenda 2030 está siendo además un «desastre» para el porcino porque por la prohibición de antibióticos mueren más cerdos y hay menos producción: «Hemos pasado -dice- de tener casi una farmacia en cada granja a no tener con qué curarlos porque tose uno y hay que llamar al veterinario, que haga receta, ir a buscar medicamento... y cuando quieres llegar, ya se ha muerto». A esto se une la reducción de espacio en las granjas para que los animales tengan más espacio. «Ahora en bienestar animal se debate pasar de los 1,80x2,40 metros de espacio de cerda de parto a los 2,50x2,60 y eso destroza granjas. ¿Y hay dinero?», se pregunta Gregorio Sánchez.
«A menos cerdas, más precio del ganado porque los costes suben. A este paso, en Navidad habrá tostones al precio de percebes, para el que tenga dinero. Serán pocos pero caros y aún así igual sobran. La agenda 2030 es un desastre: no tiene sentido. ¿Cómo obliga a pasar de 23 pollos por metro a poder tener sólo 11? ¿Qué queremos? ¿No comer?», se pregunta.
¿Es rentable para el ganadero?
Al precio actual depende de cómo sea la explotación, la genética, el tipo de producto... Roberto es de los pocos tostoneros que quedan en Salamanca y tiene una granja en Poveda de las Cintas. En su caso reconoce que ahora sí le puede ganar dinero pero por una circunstancia que se ha dado este año: escaseaban los lechones (cerdos de 20 kilos) y muchos tostones en lugar de sacrificarse se han vendido para vida por la demanda. «Las granjas pequeñas son las que se han dedicado tradicionalmente a tostones y al haber escasez esto es oferta y demanda», dice. Advierte de que, además, con la normativa de bienestar animal «donde metías 10 cerdas, ahora metes 5 ó 7. Y ahora los costes se van a disparar mucho para ampliar las plazas de partos, las explotaciones van a necesitar reformas grandes y mucha gente mayor las va a quitar».
Celestino Martín Sevillano, ganadero de porcino y vocal en la Lonja de Salamanca, mantiene que a partir de ahora puede que dejen dinero los tostones pero hasta este momento, no, por aumento de costes, como luz o mano de obra, o que los cereales hayan bajado pero no los piensos. «Hoy entre los costes y las bajas de ganado, te lo come todo», señala. Y advierte de que si se aplica la norma de bienestar animal como se pretende «va a haber que reducir explotaciones un 20-30% y entonces, apaga y vámonos. Y en el cebo quieren ponerlo también. Si tenemos que reducir, los costes se van a disparar».
¿Qué precio tendrán para Navidad?
Roberto, con su experiencia como tostonero, cree que «algo subirán, pero no creo que mucho. Luego el precio que nos pagan aumenta hasta un 100% al consumidor. A diferencia de otros años, cree que no hay apenas tostón congelado porque durante el año, y a difencia de otros, el tostón fue para vida en lugar de para matadero y congelación. A favor de este argumento está que el precio de los lechones no dejan de subir en la Lonja y hay productores de porcino -no específicamente tostoneros- que siempre venden tostones en Navidad y este año podrían verle más rentabilidad a venderlos de lechones (en la Lonja de Salamanca cotizan a 69 euros la unidad y hace un año, a 59).
Ayer vendedores consultados de lo que no dudaban es de que al final haya tostones suficientes en las granjas y, si no fuera así, llegarán de otros países. Mantienen que, aunque suba el precio, en Navidad habrá demanda «como siempre».