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Recogida de remolacha en la comarca de Peñaranda.
Temor a que los ataques de Garzón den la puntilla a la remolacha

Temor a que los ataques de Garzón den la puntilla a la remolacha

Apenas quedan 1.500 hectáreas en Salamanca cuando hace 20 años se superaban las 6.000 en la provincia | Se cultivaba en 90 municipios y ahora solo en medio centenar

Sábado, 30 de octubre 2021, 18:59

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La remolacha es un cultivo que está en peligro en Salamanca a pesar de haber sido de los más rentables en la provincia, de ahí que las palabras del ministro Alberto Garzón en contra del consumo de azúcar, en lo que es su segunda campaña en esta misma línea, haya puesto en alerta a los agricultores.

Ayer, los representantes de las principales cooperativas de remolacheros de Salamanca se sumaron a las críticas al ministro por sus palabras. Así, Pedro Jesús Blázquez, presidente de la sociedad cooperativa Remolachera Salmantina, lamentó en declaraciones a este periódico esta nueva campaña porque “la mala propaganda es siempre mala para el cultivo”. “El azúcar se necesita para la vida”, añadió.

Por su parte, fuentes de la cooperativa San Isidro, de Palaciosrubios, advirtieron que son palabras que no ayudan en un momento “muy complicado” para este cultivo, “con los costes disparados”.

La remolacha se cultivaba en 90 municipios en el año 2000 en 6.365 hectáreas y ahora, en cambio, no llega a las 1.500 y solo es un cultivo elegido en medio centenar de municipios. El cierre de la fábrica azucarera de Salamanca fue clave para la caída del cultivo y las sucesivas reformas del azúcar, con el descenso del precio. La cooperativa de Palaciosrubios, situada en uno de los municipios más remolacheros mantiene que el cultivo está en peligro porque hace ya 18 años los agricultores recibían por la remolacha un precio más alto que ahora, pero los costes de producción son mayores que entonces. Este municipio ha sido de los más afectados por la caída de la siembra de remolacha en los últimos años. Así, en 2006 tuvieron que prescindir de una máquina arrancadora porque las 250 hectáreas que tenían entonces no eran suficientes como para rentabilizar la maquinaria: 15 años después no llega a las 100 hectáreas.

La remolacha solo se mantiene en las zonas con sondeos mientras que es el maíz el cultivo elegido para el canal. Blázquez mantiene que se debe a que la tierra está más descansada en el sondeo, lo que permite obtener producciones más altas y dejar en torno a 1.000-1.400 euros por hectárea de ganancia. Desde Palaciosrubios apuntan a que en el canal la opción es el maíz porque requiere más agua y allí es más barata.

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