Paja para el ganado: sube y a pocos les importa
Se ha entrado en una nueva fase en relación a la obtención de paja para el ganado. En esta el problema ya no es el precio que le ponga a este producto una Lonja u otra: el problema ahora es encontrarla.
Y por eso la preocupación no está en que suba 1 euro la tonelada en la Lonja de Salamanca, como ocurrió ayer, o que en la Lonja de Segovia cotice a 145, en la de Zamora a 125 o en Extremadura, a 205/220, y que eso no haya quien lo entienda. El problema ahora es que apenas hay agricultores que tengan paja y puedan guiarse de la Lonja para ponerle precio a este producto. Y el problema está en que el ganadero sabe que a ese precio, que es al productor, no encuentra, y que tiene que negociar cada camión y que está en clara desventaja porque necesita. Y que muy probablemente si la encuentra, sea fuera de su provincia.
La nueva fase en la que entra el mercado de la paja es la de la escasez. Ahora queda poquita, principalmente hay guardada al norte, en zonas de Palencia y Burgos, y está barrida de casi todos los almacenes de agricultores en el resto de España.
Y lo está porque la cosecha fue muy mala y los agricultores hace meses que reciben propuestas de compra y es muy difícil resistirse a no vender y arriesgarse a que se estropee con estos precios. Porque no es lo mismo aguantar la paja cuando el agricultor recibía 60 euros la tonelada, como el año pasado, que hacerlo ahora, con 155 y a precio de Lonja.
La nueva realidad es que apenas hay paja. Y que desde Palencia hasta Salamanca vendían ayer a 170 euros la tonelada, pero del transporte se ocupaba el comprador. Y desde el oeste de la provincia salmantina, hacia la capital, por casi 200, porque procedía ya de Francia. Y la realidad es que un ganadero cuenta con que por debajo de 30 pesetas, que son 180 euros la tonelada, es complicado encontrar un camión con destino a Salamanca. Y eso es una locura. Y la mayoría considera que no se pueden cebar terneros sin paja o criar lechazos. Y un ternero consume entre 1 y 2 kilos y hay que ponerla también como cama.Y es un coste grande más. Entonces o se quita ganado, o se sube su precio. Y ahora el consumidor está por asumir poca subida.
Yesto ocurre pese a que la demanda de paja ha bajado mucho por la buena otoñada tanto en Salamanca como en Extremadura. Y pese a que los ganaderos se buscan la vida con, por ejemplo, el ramón de encinas para vacas. Y que prueban sustitutos, como paja de colza o de maíz, aunque al final no ha resultado como esperaban.
Sube el precio de la paja pero importa poco porque un ganadero llama y llama y se encuentra con que en Zamora apenas hay, o en León y se desespera. Y sabe que el que tenía paja no hace más que recibir llamadas y que quien abastece a otros, se ve mal para comprar.
Este es un nuevo escenario y es el de que apenas queda paja ya en España y que la dependencia empieza a ser casi total de Francia. El precio es el que Francia diga. Y que por eso ya da casi igual que suba en la Lonja de aquí o baje en la de allá. Lo que no debería dar igual es esta locura. ¿De verdad que no se puede hacer nada?