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De momento, se está a lo que digan ellos, que son los que compran. Esta semana, de nuevo, se llevó los terneros Marruecos y la carne, Argelia. Sin prisas. Sin acumulaciones a pesar de que el Ramadán se aproxima. No hay grandes salidas de barcos, quizás por si el precio de aquí a entonces baje algo, aunque ayer por lo sucedido en la Lonja de Salamanca no se viera posible.
Subieron los terneros y la carne. Se enfadaron los tratantes por la subida y porque los ganaderos pidieran tanto y no lo vieran venir. Se preocuparon también los de los cebaderos porque no le ven fin a esta escalada constante de precios. Y tachan las semanas del calendario y piensan que ya es la última y parece que siempre viene una más.
Y se escuchan palabras de ánimo. Las de aquellos que ven o quieren ver en la apertura de la frontera con Portugal el fin de la escasez de terneros. Y ahora no se mira casi raza ni calidad, es lo que venga. Y está quien dice que en primavera esto cambia. Y entre tanta conversación, lo único claro es que eso de que la Ley de la Cadena Alimentaria funciona, como dice y repite el ministro Luis Planas, no se lo debe creer nadie. Si fuera así, el precio alto de la carne estaría garantizado hasta al menos seis meses, que son los que más o menos tardan en cebarse los pocos terneros que ayer salieron del mercado. Pero no. Hay miedo a que cuando salgan, la carne ya no valga y a tener que seguir comprando animales porque hay compromisos.
El mercado de ayer era de enfadados y de preocupados. De momento, existe cierta coincidencia en que hasta después del Ramadán esto no hay quien lo cambie. Y está también la realidad de que, aparte de la exportación, lo que no hay en España son vacas suficientes. En Salamanca, por ejemplo, de los alrededor de 303.000 animales reproductores en vacuno que había en diciembre de 2022, se pasó a unos 295.000 en ese mismo mes pero de 2023. Y lo que ocurrió en medio fue la enfermedad hemorrágica epizoótica -EHE- y un protocolo nacional que no llegó hasta mediados de 2024, cuando los primeros casos fueron en noviembre de 2022. Que Planas vino a Salamaq y negó la mayor. Y sólo de aquella cerraron explotaciones que ahora no van a abrir.
La carne está cara. Sí, mucho. A lo mejor esto es un toque de atención para que se cuide más la ganadería. O a lo mejor siguen sin verlo.
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