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Si es casi imposible que una oveja para 5 corderos y a los pocos días otra, compañera de establo, otros seis, también lo es que los 11 corderos se críen bien, sin bajas, y eso es algo que ha sucedido en Navasfrías, donde a un «milagro» le siguió otro.
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Javier Amaro, el propietario de las dos ovejas de raza pelibuey, reconoce que no ha sido fácil, y agradece la ayuda que ha tenido para criar a tantos corderos. «Dan mucho trabajo y hay que dedicarles mucho tiempo. Menos mal que mi tío dispone de más», señaló.
Las ovejas parieron a principios del mes de abril y lo que hizo Javier Amaro fue dejarle a cada madre sólo dos corderos para que no tuvieran problemas. El único percance reseñable que tuvieron con los otros siete fue un problema con la leche que les dieron y que, al final, solucionaron sin bajas. Ahora su intención es quedarse con algunas de las hembras en la explotación de Navasfrías.
Aunque es muy raro que se produzcan partos con tantos corderos, el propio Javier Amaro vivió ya en 2017 que una oveja, también pelibuey, pariera 6 corderos. En este caso eran siete pero la oveja parió seis y fue al día siguiente, al verla inquieta el ganadero, cuando se dio cuenta de que aún tenía uno más, que ya nació muerto. Tras el parto vino el tiempo de recuperación de las ovejas, que preocupaba mucho a Javier Amaro, y el no parar para conseguir que los 11 corderos salieran adelante. «Las pobres ovejas quedan reventadas», señaló. Su explotación es un corral doméstico.
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