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Miércoles, 7 de agosto 2024, 21:10
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El ganadero Rubén Mateos, de Zamayón, sufrió este sábado el último ataque del lobo, pero se teme que no será el último. «Ahora mismo vivimos con un estrés que no se lo deseo ni a un enemigo: terminas de trabajar a las 8, a las 9, a las 10... y a las dos de la mañana te desvelas y no sabes si está entrando el lobo o no. Así que te vas a dar una vuelta y así todos los días». Esto, desde que a finales de junio empezaron los ataques en su pueblo, Palacios del Arzobispo o Santiz. «Yo llevo 4 ataques, otro 3, otro 2, en Palacios 2 ó 3, en Santiz«... Y la solución cree que no está en los mastines.
Rubén tiene claro que tener perros no les libra del lobo y pone el ejemplo de su zona donde, asegura, no hay rebaño «sin 4 ó 5». «¿Qué tengo que poner, 10 perros? Ahora con 5 tengo una lobada cada día. Gasto más de un saco de pienso a la semana y a la oveja le saco 2-3 corderos al año. Diez mastines comen una cantidad de pienso exagerado y esto no da».
Rubén tiene claro que «el que quiera lobo, que lo mantenga. Pasa lo mismo si yo quiero tener ovejas, que las mantengo, o si otro prefiere tener un perrito. Lo que no puede ser es esto».
Zamayón y su zona es de las localidades donde más perros para proteger al ganado hay porque saben lo que es el lobo. «Este es uno de los pueblos con más perros y luego todos son líos y ayudas, ninguna», lamenta Rubén Mateos. «Ahora llega el verano, la gente anda en bicicleta por los caminos, otro va de paseo y salen los perros y ¿luego, qué?», advierte. También señala que «no es cuestión de tener más mastines. Lo de criar un perro y que salga bueno para criar el ganado no es tan sencillo, que a lo mejor tienes que esperar 2 ó 3 años hasta que te pase. Ahora tengo una perra a la que le ha mordido el lobo y no se acerca a las ovejas. Ahora el animal se queda en casa y no quiere saber nada del rebaño. Y en la Sierra de la Culebra ha pasado que van las ovejas con el camino, con ganadero y también con los perros, y como van por el monte, a las rezagadas, las mata el lobo. Igual que también entra en las naves, escarbando o como sea: el lobo es como un ladrón que está todo el día al acecho y en lo que te descuidas, la lía».
A Rubén tampoco le salen las cuentas con la opción de encerrar al ganado. «Hay que sacar a las ovejas y estar todo el día con ellas», explica. «Si este año no se toman ya medidas con el lobo, en 3 ó 4 años esto va a ser inviable porque están criando y cada vez hay más. En este plan nos quedamos sin ovejas porque de esta forma, con esta preocupación, no se puede vivir».
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