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Agricultor y presidente de la comunidad de regantes de villagonzalo, Manuel Aires, se muestra crítico con la labor desarrollada por el ministro de Agricultura, Luis Planas, y por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de la que depende el regadío.
¿Qué le ha parecido que ambos sigan con sus carteras?
—Tengo que decir que si la Confederación Hidrográfica del Duero -CHD- ya era una organismo poco diligente y tardo en reacciones, pues más de lo mismo. De Planas digo que no ha defendido los intereses de los agricultores en Europa sino que se ciñe a lo que le dicen, a lo que le mandan y no defiende los intereses de la agricultura española. Siguen las medidas medioambientales insufribles y el sectarismo entre comunidades con la nueva PAC. Teresa Ribera cumple a la perfección el ecologismo que sigue la UE. Y lo que hizo de soltar agua de Santa Teresa por el convenio de Albufeira, sin aviso, fue un ninguneo a los regantes.
¿Ve una apuesta por los regadíos, como repite el Gobierno?
—No. Se ha pasado la legislatura y el único regadío que se ha hecho, el de La Armuña, tenía que estar regando en 2020 y no lo hará con normalidad hasta el 2024. En modernización sí están apostando porque hay dinero de Europa y mucho. Pero para hacer nuevos regadíos lo que hay que hacer es asegurar primero que se almacena agua. Y se niegan, no ya a invertir por ejemplo en el recrecido de Santa Teresa, sino incluso a que se haga un estudio de viabilidad. En Portugal tienen la presa de Alqueva, con 4.150 hectómetros cúbicos de agua y cerca, en Huelva, no tienen agua para regar ni las fresas.
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