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Juan Manuel, con sus bueyes de raza berrenda en colorado. TEL
Los ganaderos ante la sequía: «Las vacas comen tres meses y si llega»

Los ganaderos ante la sequía: «Las vacas comen tres meses y si llega»

El ganadero Juan Manuel Blázquez, de Santibáñez de Béjar, apuesta por los bueyes

TEL

Santibáñez de Béjar

Jueves, 25 de mayo 2023, 09:40

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«La situación está muy mal. Las vacas, en lugar de comer seis meses con lo que da el campo, este año tres y si llega», relata el ganadero de Santibáñez de Béjar, Juan Manuel Blázquez, que acaba de vender los primeros bueyes criados en su explotación. Añade que «el pienso cuesta doble y la paja, de comprarla en el 2021 a seis pesetas el kilo y a 12 pesetas en 2022, este año se está hablando ya de 25 pesetas y lo mismo ni hay».

Una situación mala para el pasto en toda la provincia, como se pone de manifiesto la sequedad del terreno donde pasta su ganadería, formada principalmente por raza avileña, aunque está trabajando bueyes de otras razas o cruzados de avileño. «Decido hacer la cría de bueyes porque de donde yo provengo se consume calidad de carne y esa carencia la veía por esta zona porque por aquí nadie quería bueyes», señala el ganadero, que llegó de Bilbao para asentarse en Santibáñez y montar su ganadería avileña hace unos cinco años «buscando la calidad de las carnes, no la cantidad». En principio iba a vender los dos primeros animales que iban a cumplir tres años, pero cuando llegaron los compradores han mostrado interés en otros animales más jóvenes: «Todo esto por la calidad de la carne porque no es lo mismo las razas que tengo yo que las razas cárnicas las razas para carne, que en bueyes no las quieren porque no infiltran y no dan jugosidad. Tienen más cantidad de kilos pero no dan la calidad que yo busco». En su caso, señala, tiene cuatro bueyes de berrenda en colorado, que son del mismo tronco de la avileña, y otros tres que con de cruce de avileña con charolés. Una vez que terminen el ciclo de edad, podrán degustarse en Salamanca ya que salvo uno, que ha ido a la provincia de Valladolid, el resto se las ha quedado una carnicería de la capital.

Mientras tanto, sigue con su ganadería de carne tradicional con la vista puesta en el cielo en espera de la lluvia que ha llegado muy leve hasta el momento, ya que el pasto, en pleno mes de mayo, está amarillo, totalmente agostado y no se sabe qué va a pasar de ahora en adelante.

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