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José Manuel Cortés muestra algarrobas recién cortadas.
Empieza la siega de algarrobas en Salamanca

Empieza la siega de algarrobas en Salamanca

José Manuel Cortés apuesta por este cultivo en ecológico como forma de rentabilizar tierras que son más pobres

Miércoles, 9 de junio 2021, 12:26

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Si el objetivo es enriquecer el suelo, la algarroba, cultivo fijador de nitrógeno, es uno de los ideales. Así lo vio José Manuel Cortés, agricultor de Parada de Rubiales, que ha incluido este cultivo en sus rotaciones porque entiende que es beneficioso para el terreno. Ya es el segundo año que lo cultiva y ayer comenzó la siega de las 30 hectáreas que tiene este año en ecológico.

¿Por qué este cultivo?

José Manuel lo tiene claro: lo conocía desde pequeño porque en su casa se cultivaba y además de mejorar la tierra, tiene un alto valor nutritivo.

¿Por qué en ecológico?

Porque este agricultor, que es de los más innovadores de su comarca, ha encontrado en él la forma de rentabilizar los terrenos más pobres. Con el paso de los años ha descubierto como productor que en determinadas zonas la agricultura convencional no es rentable. También se prepara así para el cambio de orientación de los cultivos que desea dar Bruselas con la exigencia de un alto porcentaje en ecológico. Cortés cree que la algarroba es una buena opción.

¿Es un cultivo muy esclavo?

“No da más guerra que otros que son más delicados”, responde. En su caso el problema que ha tenido este año ha sido que se ha encharcado la tierra y luego también que han comido parte de la semilla conejos y avutardas.

José Manuel, que es conocido como presidente de COAG Salamanca, tardará unos días en terminar la siega -llegará a las 50 hectáreas sumando las de un agricultor vecino- y después tendrá que esperar en torno a 15 para trillarlas, salvo que las temperaturas sean muy altas. “El principal peligro es que se lleve las vainas el aire”, dice, y explica que las labores de cosecha son semejantes a las de la lenteja.

A las algarrobas les falla el precio de venta, dice Cortés, quien entrega su producción a una cooperativa ecológica. El destino de la algarroba es su consumo por parte del ganado.

En Salamanca se han sembrado este año 258,47 hectáreas de algarrobas, según los datos de la Junta de Castilla y León. Es uno de los cultivos que se considera de futuro.

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