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Andres, este lunes en su explotación de Lumbrales.
El grito desesperado de un ganadero salmantino: “Es imposible aguantar”

El grito desesperado de un ganadero salmantino: “Es imposible aguantar”

Andrés graba vídeos para que sus amigos vean el campo en el encierro, pero ha estallado porque no hay consumo de productos: ‘Nos piden que no cortemos la cadena pero...’

Martes, 7 de abril 2020, 11:19

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Andrés García tiene la costumbre de enviar vídeos a 40 amigos, la mayoría de la zona de Lumbrales, para aliviarles el confinamiento y que vean a través de sus ojos el campo. Pero ya no aguanta más la situación y, según reconoce muy a su pesar, su último vídeo es desesperado como consecuencia de la saturación de los mercados ganaderos por la pandemia del coronavirus. Él tiene vacas y también ovejas de leche, así que le toca la crisis de los chuletones y de los lechazos, ahora que la hostelería está cerrada, pero es que también ve cómo se rebaja el precio de los terneros después de tenerlo ya acordado.

“Tenemos los mercados saturados de todo, terneros, vacas viejas, los corderos van sin precio... Los terneros los vendes por un dinero y después en la misma semana te dicen que no te pueden pagar lo que tenías ajustado porque no se vende y si eran de “primera”, te los ponen de “segunda”. Y los tostones, tres cuartos de lo mismo porque no se consume y no sé qué pasará”. “Nos están diciendo que nosotros no paremos para que la cadena no se corte pero luego, a la hora de vender ,los precios son ya imposibles y podemos aguantar un mes, mes y medio , dos meses... pero a pérdidas y para las empresas hay ERTEs pero para nosotros, ¿qué hay?”.

Andrés advierte en el vídeo que si no cambia esta situación, los ganaderos pronto empezarán a reducir las ganaderías, sacrificarán las madres, tanto en ovejas como en cerdas y en vacas “y se va a cortar la cadena porque a nosotros mantener el ganado nos cuesta mucho dinero. Se que esto se va a poner muy mal todo porque la hostelería está fatal, les compadezco también, pero a nosotros nos cuesta dinero mantener el ganado y o consumimos más, o baja el precio en las carnicerías o a ver qué pasa”. “A mí por un cordero me pagan 30 euros y no puede ser que una bandeja de un kilo de chuletillas se esté vendiendo por 19”.

‘La gente no se da cuenta de que para tener leche alguien ordeña cada día a las 6 de la mañana’

Después del vídeo, con el que Andrés insiste que solo quería mantener contacto con sus amigos habituales, ha recibido ofertas de alguna familia para comprarle lechazos, lo que para él es una prueba de que la gente se empieza a concienciar con la necesidad de consumir productos de aquí. “Ya estábamos mal porque hace solo mes y medio que paramos las manifestaciones y ahora se nos viene encima esto”, comenta Andrés.

“Esto no es el cuento de Heidi -dice el ganadero de Lumbrales-. Aquí te pega un golpe una vaca y te parte la pierna”. “Tengo cinco vacas que no puedo quitar hasta mayo porque si no cobro la PAC y no quieren ni oir hablar de ellas porque los chuletones vienen de las vacas y de los toros, de la carne hecha, que es la que vendían los restaurantes”.

“Como se acabe lo de aquí y tenga que venir de Francia, ya nos daremos cuenta de los precios”

“No me gusta quejarme -continúa- pero de noche paren las vacas, está una que no puede mamar y ahí llevamos tres días mi mujer y yo para sacar adelante al ternero. Y ahora se ve que la leche de vaca es esencial, todos decimos, “¿no te queda leche? Teníamos vacas lecheras y las tuvimos que quitar y la gente no se da cuenta de que para que la leche esté ahí hay alguien que se levanta a las 6 de la mañana todos los días del año, sea Nochebuena, Nochevieja o Navidad”.

“Ahora era un buen momento para vender los terneros de campo porque no hay pero está claro que si un cebadero tiene 100 chotos gordos que no los matan, a ver cómo compro yo otros 100 por muy baratos que estén”.

“Esto no es el cuento de Heidi: aquí te pega un golpe una vaca y te parte la pierna”

Andrés y Raquel, su mujer, lo que han hecho con los lechazos ha sido matarlos para ellos y guardarlos en el “arcón”. “Pero es que no podemos hacer lo mismo con los terneros porque con uno ya tenemos para el año”. De 300 ovejas de leche que tenían se han quedado con 150 “porque llevamos con ellas ya 3 ó 4 años con la soga al cuello”, explica, “y ahora viene lo de los lechazos”. “Como se acabe lo de aquí y tenga que venir todo de Francia, ya nos daremos cuenta del precio”.

A Andrés solo le gustan los vídeos alegres. Pide perdón por grabar el último, pero repite que no puede más.

Información patrocinada por COPASA.

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