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Los agricultores salmantinos empiezan a creerse que la cosecha será buena, conforme avanzan los días y las condiciones meteorológicas actuales favorecen especialmente a los cultivos de secano, aunque aún reclaman algo de agua. Así lo demuestra el hecho de que durante estos días los agricultores estén centrados en solicitar ampliación de producciones en sus seguros, especialmente en la comarca de La Armuña y aseguren rendimientos de una media de 4.500 o 5.000 kilos por hectárea en trigo y de entre 3.500 y 4.000, en cebadas, según datos de ASAJA Salamanca. En el caso de la comarca de Peñaranda, la otra gran productora de cereal, se asegura del pedrisco a unos 2.500 kilos por hectárea de media en cebada y de 3.000, en el trigo.
Julián Juanes, agricultor y vicepresidente de ASAJA Salamanca, confirmó que se espera en el campo «una buena cosecha», en contraste con lo vivido en los últimos años. Es ese temor a una pérdida más grande que otras campañas lo que lleva a los agricultores a asegurar la cosecha.
Según el boletín que publican el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León -ITACyL- y la Agencia Estatal de Meteorología -AEMET-, en Salamanca se espera un 19% más de cosecha de trigo que el promedio de los últimos 30 años y un 20% más de cebada. En la pasada campaña se obtuvo un 19% menos de lo normal en trigo y un 23% por debajo en cebada y tampoco fue mucho mejor la campaña 2022, cuando de trigo se consiguió un 84% de una cosecha normal y un 83% de cebada. Hay que remontarse a 2021 para encontrar una campaña similar a la que se espera ahora en Salamanca: entonces la cosecha de trigo fue un 14% superior a la media y la de cebada, un 19%. Este año la otra buena noticia para los ganaderos es que hay paja.
Hay optimismo en el cereal y también en el caso de las lentejas. Nicolás Armenteros, director técnico de la IGP de la Lenteja de la Armuña, destacó ayer que lo importante es que avanzan los días «y siguen bien». «Aunque no hay mucha temperatura y van más lentas de lo habitual», dijo, y explicó que hace un año en estas fechas estaban «ya casi secándose. Ya estaban a punto y ahora todavía están floreciendo. Va bien». De lo que huye ahora la lenteja es de olas de calor y de tormentas con granizo. «Esperemos que la cosecha que se presenta pueda llegar a su fin».
En cuanto al regadío, las bajas temperaturas ralentizan el desarrollo del maíz.
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