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La Gaceta
Viernes, 26 de julio 2024, 12:08
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Salamanca y sus pueblos se convierten en protagonistas en verano. La cercanía de la gente, la familia, amigos que solo se ven en esta época estival, y los planes de piscina y bicicleta son parte de ese mundo que parece idílico en los meses de junio a agosto.
En los últimos días el «reto viral» de defecar en las piscinas públicas parece haber llegado a la provincia de Salamanca. La piscina de Carbajosa de la Sagrada ha sido víctima en dos ocasiones seguidas esta semana de este hecho, motivo por el cual se ha tenido que cerrar durante unos días para higienizar y realizar los tratamientos sanitarios pertinentes.
Este reto viral de defecar en la piscina no solamente es desagradable para todos, sino que también tiene serios problemas y riesgos que se deben evitar. Que se encuentren restos de deshechos en el agua puede generar una propagación de enfermedades gástricas, infecciones en la piel y otros problemas de salud. Lo primero es despejar la piscina de bañistas durante el tiempo necesario. Las heces deben retirarse rápida y completamente de la piscina y eliminarlas por el inodoro, nunca por los desagües de la piscina. Todo el equipo que se ha utilizado en este proceso debe desinfectarse con una solución de hipoclorito al 1%. Pero si la distribución de las heces sólidas en la piscina es generalizada y no se puede tener la certeza de poder eliminarlas completamente, la instalación debe cerrarse y seguir el mismo protocolo que para las heces líquidas o blandas, de tratamiento más complejo. Tampoco se puede pasar por alto, la irresponsabilidad que supone malgastar todo ese agua en una época donde apenas llueve.
Desde el año 2019 se popularizó en TikTok y alcanzó un pico de casos el pasado 2023. Este 'trend' ha generado varios problemas en diversas instalaciones acuáticas, generando tanto costos económicos como riesgos para la salud pública.
En otras comunidades también se han sufrido este tipo de «ataques». Recientemente en Extremadura, como en la piscina de la ciudad deportiva de Cáceres, o en Valencia, donde varios pueblos han denunciado la misma situación.
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