El curioso truco para pasar una botella de agua por el control del aeropuerto

Las largas colas de embarque, los retrasos de última hora o incluso la propia anticipación de un viaje importante. Viajar en avión supone casi inevitablemente sufrir horas de espera, y durante este rato lo más normal del mundo es que tengamos la necesidad de hidratarnos.

Si has embarcado alguna vez en un avión y llevabas contigo una botella de agua, has tenido que pasar por el mal trago de tener que tirar sus contenidos y desprenderte de ella, ya que no es legal portar un contenedor de líquidos que no esté vacío. Pero existe una forma de evitar este normativa y es mucho más sencilla de lo que crees, nada de rellenar formularios ni complicada burocracia, eso sí, es necesario ser un poco previsor.

Si los precios de los aeropuertos no son de tu agrado no te preocupes, porque si eres un poco precavido y congelas una botella de agua en el frigorífico de casa, no vas a tener problemas durante el viaje. Así es, tan sencillo como congelar una botella de agua y pasar el control con sus contenidos en estado sólido, ya que según la normativa de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) de Estados Unidos, es perfectamente legal.

Por lo visto, los líquidos en estado sólido, en este caso congelado, están permitidos siempre que durante el momento de la revisión se mantengan así. ¿Pero y si el hielo comienza a derretirse? No hay problema, se recomienda beber el contenido que ha podido derretirse antes de realizar la inspección, ya que mientras la mayoría del mismo siga congelado es totalmente legal y de acuerdo a la normativa vigente.

Este truco se aplica incluso a los alimentos congelados, y además de permitir embarcar con una botella de agua completa, tiene otros beneficios especialmente si realizamos el desplazamiento en los meses más calurosos del año, lo agradecerás.

Ten especial cuidado en función del destino al que viajes, ya que no es un truco universal y está sujeto a las diferentes legislaciones de los países del mundo. Por ejemplo, en Canadá, los recipientes congelados deben cumplir una restricción de 100 ml independientemente del estado físico, por lo que se recomienda tener en cuenta las regulaciones de cada región antes de emplear esta estratagema.

Pues lo cierto es que según la propia Aena, cumple con las regulaciones y se puede llevar a cabo, aunque también recomiendan: «Cuando pases el control de seguridad, el agua contenida en la botella no se encuentra en estado sólido como un bloque de hielo, no podrás viajar con ella. Nuestra recomendación, de todas formas, es que la factures. Por otro lado ten en cuenta que la última palabra es siempre de la Guardia Civil»

Así que ya sabes, la próxima vez que viajes en avión, no te olvides de meter una botella de agua en el congelador, te puedes ahorrar tanto «el impuesto» añadido como la desagradable espera y los sofocones que suelen acompañarla.

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