La playa portuguesa virgen y con bandera azul que está a un paso de Salamanca perfecta para una escapada

A poco más de 300 kilómetros de Salamanca se encuentra una de las mejores playas de Portugal, en las que disfrutar de un perfecto plan de fin de semana para huir de las altas temperaturas.

Se trata de Furadouro, catalogada por los portugueses como una «freguesia», término con el que se refieren a la menor demarcación administrativa del país, teniendo en cuenta que no llega a 250 habitantes.

En cuanto a su playa, que se ubica en la ciudad de Ovar, popular por su carnaval, cabe mencionar que se encuentra a tan sólo 4 kilómetros del centro urbano, en el que encontrar comercios o servicios básicos de salud pese a su reducido tamaño.

Furadouro es, desde sus orígenes, una playa de actividad pesquera, en la que destacan doradas, sardinas o lubinas que, tras ser capturadas se venden en los restaurantes de la zona. Sin embargo, esta pequeña playa está adquiriendo una popularidad cada vez más notable como destino vacacional, impulsado por la espectacular estampa que presenta, probablemente, por no estar tan explotada como las payas vecinas de Oporto o Aveiro.

Pasear por la ajardinada Avenida de Regua, que une el centro de la ciudad de Ovar con la playa, es una obligación para cualquier visitante, que conocerá una de las tantas maravillas lusas.

Una vez en la playa, es posible realizar múltiples deportes relacionados con el mar, que casi siempre presenta un fuerte oleaje. Entre ellas, destacan el surf, el windsurf o el bodyboard, aunque tiene un especial reconocimiento una actividad propia de la zona, la xávega. Esta pesca de arrastre consiste en extender una red por el agua, enganchada a un pequeño barco, y arrastrarla hasta la costa.

Esta zona costera también cuenta con un detalle perfecto para los amantes del ciclismo, ya que posee varios kilómetros de carril bici por los que pedalear entre preciosos paisajes que desembocan en playas poco transitadas.

Cabe mencionar que Furadouro es una de las playas que puede permitirse presumir de ondear la bandera azul, que se otorga cada año a las playas que cumplen determinadas condiciones ambientales.

Con todas las ventajas que presenta, esta playa se postula como una escapada perfecta para aquellos que quieran evadirse y disfrutar de un impresionante paraje al aire libre.

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