El torero que dice adiós y que tuvo dos carteles de alternativa

Javier Castaño ha anunciado su retirada de los ruedos una vez que finalice la temporada taurina de 2025. El próximo 1 de abril de 2025 cumplirá 24 años de una alternativa que tomó en la plaza de toros de Illumbe de San Sebastián, de manos de Enrique Ponce y en presencia de El Juli, con el toro Entrador, de Santiago Domecq. No entró Castaño con buen pie en el escalafón superior con aquel astado ya que le hirió después del doctorado y no pudo completar ya su tarde con el sexto toro, en aquel momento ya estaba el torero ingresado en el hospital de Donosti.

Javier Castaño tiene varias historias curiosas detrás de ese doctorado, más allá de convertirse en el primer matador de toros que se doctoró en la nueva plaza de toros de Illumbe, inaugurada el 11 de agosto de 1998 y con el que se devolvía la actividad taurina a San Sebastián después de 25 años sin toros y llorando la existencia del antiguo Chofre por el que desfilaron las grandes figuras del toreo del siglo pasado. El doctorado de Javier Castaño estuvo anunciado ya seis meses antes en La Glorieta, en uno de los carteles estrella de Feria de Salamanca, el jueves 14 de septiembre junto a Enrique Ponce y Miguel Abellán para estoquear un encierro de la ganadería de Puerto de San Lorenzo. Sin embargo, aquella temporada, tras la puerta grande de Castaño en la feria de San Isidro (tras cortar dos orejas a Gavilán, un novillo de El Torreón en Las Ventas en plena feria de San Isidro), se lesionó en un pie en la feria de Julio de Valencia; y volvió a caer herido en el serial de Albacete solo unos días antes de la cita del doctorado en Salamanca, al que ya no pudo llegar. Su puesto lo ocupó aquella tarde en La Glorieta Guillermo Marín, que había tomado la alternativa en Dax (Francia) el 11 de septiembre de la temporada anterior.

En la tarde anunciada del doctorado, se lidió un toro de bandera del Puerto, «Embajador» de nombre, que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, con el que triunfó Miguel Abellán. Javier Castaño estaba en su casa curándose de una cornada en el cuello, con el disgusto a cuestas y en compás de espada a una nueva alternativa. Llegaría seis meses después en la primavera de Illumbe.

De esta manera, Javier Castaño, que acaba de anunciar su retirada de los ruedos para el final de 2025, tuvo dos carteles con su nombre anunciado para tomar una alternativa que se hizo esperar más de la cuenta y que cuando llegó dio paso al nacimiento de un torero que ha firmado un periplo de casi un cuarto de siglo en el que se ha ganado mucho más que el respeto y la admiración de la profesión.

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