Raquel Martín, a horas de su debut en La Glorieta: «Abrir la Feria es un sueño y una inmensa responsabilidad»

Raquel Martín sólo se vistió de luces este año dos veces. La joven de Santa Marta abrió la fase clasificatoria del Circuito de Castilla y León, igual que abrirá la Feria taurina de Salamanca.

¿Qué se siente al estar acartelada abriendo la Feria de su ciudad?

—Es una responsabilidad muy grande. Me ilusiona presentarme en la plaza en la que he estado yendo desde pequeña con mis padres. Es un chute de ilusión para dar lo mejor de mí. Siento responsabilidad porque muchos ojos van a estar en mí al ser la primera de abono, pero me veo preparada para mostrar mi toreo.

¿Qué le parece el cartel de este viernes?

—A Jesús lo conozco mucho, fuimos compañeros en la escuela taurina, hemos toreado algún festival; con Zulueta no he toreado. Creo que es un cartel interesante, va a haber cosas distintas y una bonita rivalidad. Ojalá se hable de la novillada durante la Feria.

¿ Y los novillos de Antonio Palla?

—Estar presente en la Feria me hace mucha ilusión, además con una ganadería salmantina y con el nombre que tiene Antonio Palla, mejor aún. Les tengo mucha fe.

¿Cómo preparó esta tarde?

— No he parado de entrenar en ningún momento en todo el año, todas las mañanas, mucho toreo de salón y por la tarde lo mezclo con un poco de entrenamiento deportivo, aunque creo que lo importante es tener los trastos en la mano, también es importante estar en contacto con compañeros, ver toros… Todo ello ayuda.

¿Cuál sería su cartel soñado?

—Como novillera te diría una corrida de toros mixta, en La Glorieta, junto a Morante y a Juan Ortega, pero he de decir que en una terna me dejo a muchos fuera, y que de momento, creo que es un listón muy alto.

De La Glorieta a la Facultad donde estudia Enfermería, el lunes vuelve a clase, ¿Cómo lidia eso?

—Aún no lo he mirado (risas) porque tengo compromisos más importantes por delante, compagino la carrera bien, aunque voy sacándome asignaturas. Ahora estoy en 2º de carrera. Es una carrera preciosa que me encanta, pero es que el toro está primero en mi vida. A veces es difícil cuadrarlo, porque no me quedan horas en el día, intento hacer las prácticas en invierno para tener el mayor tiempo en temporada, pero le voy buscando las vueltas, como al toro.

¿Cómo recuerda su paso por la Escuela Taurina de Salamanca?

—Me da muy buenas sensaciones saber que puedo mostrar todo lo que mis maestros me han enseñado, ellos me enseñaron a coger los tratos. Es una forma de devolverles todo lo bonito que ellos han sabido transmitir, fue una etapa muy bonita y quiero que se sientan orgullosos de la alumna que tuvieron un día.

¿Y después de la novillada?

—Pues es un poco vuelta a la vida civil, pero seguiré entrenando como el primer día, porque no entiendo mi vida sin torear todos los días, yo me meto en la cama soñando en torear, entonces no tendría sentido hacer un parón o dejar de entrenar, siempre hay que estar al pie del cañón y estar preparada, porque no sabes en que momento te puede sonar la campana, tendré que ir a la facultad, pero ya me las apañaré para que el toro sea siempre lo primero.

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