Marco Pérez: «Estoy muy orgulloso de cómo ha salido todo»
El salmantino triunfó con un terno de Robles: «He intentado rendirle homenaje con humildad»
Marco Pérez apenas se miró cuando el tercer toro de festejo -Discreído, número 4, el único cinqueño del envío- le prendió de manera violentísima y le marcó las cornadas desde los muslos hasta el cuello. Tomó agua y volvió a plantarle la muleta en la cara como si aquello no hubiera pasado, aunque los achaques del palizón ahí estaban. «Preocupa más la rodilla que lo del cuello», revelaban sus hombres antes de que él mismo tomara la palabra con tres orejas en el esportón y su segunda salida a hombros de este coso como matador de alternativa y en poco más de tres meses: «Ha sido una tarde muy bonita», respondía con la voz intacta.
«Estoy muy orgulloso de cómo ha salido todo, gracias a Dios. Ahora mismo lo único que siento es felicidad, felicidad por toda mi gente, sobre todo, que me está acompañando día a día en este camino», se abrió en canal el joven valor salmantino, para acto seguido calibrar su tarde: «Salamanca, La Glorieta, siempre es una plaza exigente. Por eso aquí hay que venir a entregarse, y eso es lo que he hecho desde el primer momento, como se ha podido ver», hilaba respuestas Marco Pérez, camino de llegar al punto donde él quería: «Es que esta era una tarde muy importante, por todo. Por el cartel, por la expectación, por la plaza... y también por el traje que llevo puesto, que, aparte de producirme una gran emoción, también me ha supuesto toda una responsabilidad».
Llegado ahí, los ojos se le enrojecieron de un color rojo vivo, a punto de llegar al grana del terno de Julio Robles (que se remataba con muy ligeros y elegantes detalles en azabache) y que vistió este viernes: «He intentado rendirle homenaje al maestro desde mi humildad y con todo el respeto del mundo. Creo que la tarde ha estado a la altura de su leyenda», concluyó Marco Pérez antes de recoger las dos orejas de Volador, el toro con el que se cerró su segunda actuación en este coso como matador de toros, que le abrió las llaves de la salida a hombros, pero en el que, sobre todo, dejó su versión más templada.