Así llegó Aldeanito a la autovía: el toro de Castillejo de Huebra que levantó las alarmas y paralizó el tráfico de la A-62

Aldeanito se convirtió en el protagonista de la mañana. El toro de la ganadería de Castillejo de Huebra, una de las fincas más señeras y legendarias de Salamanca en pleno corazón del Campo Charro, apareció para sorpresa de propios y extraños en plena autovía A-62 que atraviesa Salamanca en la línea Burgos-Lisboa, a la altura del término de Muñoz. La autovía atraviesa esta finca de toros bravos, partiéndola en dos, con cercados a un lado y otro de la citada A-62: «La voz de alarma llegó cuando dieron el aviso desde el área de descanso de los camiones, desde nos informaron que habían visto al toro por primera vez en la propia autovía«, comenta la ganadera, María José Majeroni, aún con el susto en el cuerpo. Rápido se movilizaron los trabajadores y vaqueros de la finca y se dio aviso a la Guardia Civil.

El toro es uno de los sementales estrella de la ganadería. Aldeanito se llama. Y todo hace indicar que, a primera hora de la mañana, se haya producido una pelea entre los sementales; que en la violencia desatada de la refriega, hayan roto, o simplemente hayan lanzado por alto, las paredes, alambradas, mallazos de uno de los cercados en los que encontraban y, en plena huida, haya terminado allí, provocando esa llamativa y alarmante situación: «El motivo exacto no lo sabemos aún de cómo llegó hasta allí, lo más normal es que haya sido eso, una pelea entre los toros. Ahora tenemos que controlarlo para ver si ha ocurrido de esa manera. En principio o le hemos visto ninguna cornada aparente».

La habilidad del mayoral, Paco y de uno de los vaqueros, José, con la ayuda de varios coches que se encontraban en ese momento en el lugar, les llevó a tratar de conducir al toro hasta uno de los cercados más próximos a donde encontraron el animal que, a esas alturas, ya había producido retenciones en la carretera y a su vez la movilización de todos los vehículos que por allí transitaban esta mañana. En ese momento de plena alarma, ya había avisado también al veterinario de urgencia, para que acudiera al lugar de los hechos y así poder dormir al animal a la mayor celeridad posible. Tarea que pudieron hacer al poco tiempo cuando, en plena huida del astado, lograron reconducirlo por el camino de Vilvis y sujetarlo en uno de los cercados de Tejadillo, una de las fincas linderas a la propia de Castillejo de Huebra.

A mediodía ya estaba la situación controlada. En aquel cercado pudieron dormir a Aldeanito y así, al mismo tiempo, salvarle la vida para que siga cumpliendo su misión de perpetuar la bravura en una de las ganaderías al alza del momento: «Por fortuna y gracias a Dios, no ha pasado nada, no hay que lamentar ningún incidente más grave de lo que ha pasado y, además el toro ya lo tenemos sano y salvo de nuevo en uno de los cercados de nuestra finca«, respiraba aliviada la ganadera.

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