Ilusión y nervios en el pistoletazo de salida al nuevo curso de la Escuela taurina

Una veintena de los sesenta jóvenes que forman el alumnado de la nueva andadura de la Escuela son de nuevo ingreso, otros tantos de los que tomaron parte en los pasados cursos han abandonado la disciplina del colectivo taurino de la Diputación de Salamanca, bien por haber debutado con picadores en la última temporada (caso de Jarocho, Cristiano Torres, Saul Sanz y Marco Pérez), por haber pasado la edad máxima de los 20 años o por haber abandonado su sueño en la aventura del toreo.

Tal y como sucedió en las seis últimas ediciones la Escuela taurina completó en su totalidad la oferta de las sesenta plazas que lanzó el organismo provincial para alumnos con edades comprendidas entre los 8 y 20 años. En esa horquilla de edad la mayor novedad llega entre los matriculados más pequeños; no en vano, hasta 17 alumnos tienen entre 8 y 13 años. Estos, junto al resto de los alumnos, comenzaron ayer las clases que recibirán tres días por semana (lunes, miércoles y viernes) en el pabellón central del recinto ferial.