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Destacamos
Sábado, 18 de enero. Puebla del Río (Sevilla). Lleno en los tendidos.
GANADERÍA Erales de Espartaco, el 1º de gran juego, manejable el sobrero 6º; Fermín Bohórquez, noble y rajado el 2º, devuelto el 6º, Garcigrande (3º), de excelente juego y premiado con la vuelta al ruedo; Hermanos García Jiménez (4º) bueno, encastado y a más; y Macandro (5º), de buen juego.
DIESTROS
EL GALI. Escuela de Málaga Pinchazo y estocada (dos orejas).
ALEJANDRO GONZÁLEZ. Albacete Pinchazo y estocada (dos orejas).
RAFAEL DE LA CUEVA. Madrid Estocada (dos orejas y rabo).
DIEGO MATEOS. Salamanca Estocada (dos orejas).
VICENTE SÁNCHEZ. Portugal Pinchazo y estocada (dos orejas).
MANUEL DOMINGUEZ. Sevilla Estocada (dos orejas y rabo).
Diego Mateos puso el gusto, el empaque y la solvencia, de su muleta salieron algunos de los mejores muletazos. E incluso de capote, en un templado quite primero y en un cadencioso saludo después tras recibirlo a porta gayola. Facilidad en todo lo que hizo aunque dejó la sensación de tener poco enemigo. Le faltó transmitir más y que la seriedad de todo lo que hizo llegara más a los tendidos. Abrió la faena con solvencia ganándole pasos a su oponente. Le dio forma pronto, se impuso rápido.
En el momento clave de la faena, cuando precisaba apretar, llegaron puntuales enganchones toreando al natural, sin embargo, lo enmendó con la mejor serie de derechazos de la tarde, por el trazo, por el mando y por el temple. Todo tuvo verticalidad y gusto. Le faltó ponerle una dosis más de fibra para dejar huella. De ahí en adelante cortó las distancias, se metió en los terrenos del torete y mostró su solvencia y valor en esos terrenos de compromiso.
Diego Mateos fue el primer charro que vistió de luces este año y triunfó, como Garcigrande que lidió un astado de premio gordo. Rafael de la Cueva y Manuel Domínguez cortaron un rabo; el primero fue el que más seguridad y aplomo mostró. Lo hizo ante el excelente astado de Garcigrande, que fue premiado con la vuelta al ruedo, al que cuajó a placer. Ahí ya apareció Diego Mateos en una buena presentación en el quite que replicó De la Cueva por tafalleras al ralentí. Domínguez le dio forma al sobrero de Espartaco, noble, que fue el menos bueno. Y con él apretó el acelerador el sevillano para ponerse por delante.
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