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SALAMANCA
Lunes, 28 de abril 2025, 12:50
Agentes de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo, en colaboración con la Policía Local del municipio, han detenido a los dos individuos que han sembrado el miedo en Dios le Guarde y en otros puntos de la comarca de Ciudad Rodrigo. Ambos han sido detenidos tras una oleada de robos en viviendas, naves, coches e incluso de causar destrozos en el cementerio de la localidad, donde llegaron a mover lápidas de varios difuntos. Tras pasar a disposición judicial ya han ingresado en prisión provisional.
Las detenciones se produjeron este fin de semana tras ser pillados 'in fraganti' en el último robo con fuerza. Los agentes les consideran autores de un delito de atentado contra los agentes de la autoridad, además de otros dos delitos de robos con fuerza cometidos en la localidad de Dios le Guarde.
La situación se había vuelto insostenible. Los vecinos venían denunciando desde hacía semanas una cadena de asaltos casi diaria, como adelantó LA GACETA en varias informaciones. Los presuntos autores, residentes en el municipio desde hace unos cinco años y con antecedentes penales, actuaban con total impunidad. Forzaban ventanas, reventaban puertas de acceso y se llevaban todo tipo de efectos: electrodomésticos, ropa de cama, cunas de bebés, menaje... Artículos de escaso valor que revendían o canjeaban por droga para conseguir algo de liquidez. Los destrozos que dejaban a su paso, no obstante, multiplicaban el daño y la sensación de inseguridad.
Los testimonios de las víctimas dibujan una situación de auténtica pesadilla. Algunos vecinos relataron que los ladrones no dudaban en apropiarse de vehículos -incluso con animales dentro- y en colocarse en mitad de la carretera para parar coches y obligar a los conductores a llevarlos a su destino. «No es agradable recibir una llamada a primera hora de la mañana, estando a más de 400 kilómetros, para enterarte de que han intentado saquear tu casa o la de un familiar», lamentaba una de las afectadas. «Estas personas campaban a sus anchas por el pueblo, robaban a diario y nadie les ponía freno», añadía.
El punto más doloroso llegó cuando los vecinos descubrieron que los delincuentes también habían entrado en el cementerio local. Según relataron, movieron lápidas de varios difuntos, profanando el lugar de descanso de sus seres queridos. Un gesto que indignó aún más a una población ya desesperada.
La respuesta ciudadana no se hizo esperar. Hartos de los robos, de la inseguridad y de la sensación de abandono, los vecinos de Dios le Guarde se manifestaron para exigir medidas serias. «Cualquier día vamos a lamentarlo de verdad si entran en una vivienda habitada y ocurre una desgracia», advertían en los días previos a la detención.
El trabajo de las Fuerzas de Seguridad ha dado finalmente sus frutos. Los agentes han logrado detener a los dos sospechosos. Uno de ellos ya ha ingresado en prisión provisional.
Aunque la noticia de las detenciones traerá a buen seguro un respiro a Dios le Guarde, el miedo no desaparece del todo. Muchos vecinos recuerdan que no es la primera vez que delincuentes llegados de fuera alteran la tranquilidad del municipio. Ahora reclaman mayor presencia permanente de la Guardia Civil y medidas que eviten que una situación similar pueda repetirse.
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