Tres años de cárcel al joven que disparó a otro con un revólver en Pizarrales: «¿Te ha gustado?»
I.A.G. tenía un juicio pendiente con la víctima y fue a por él: «Te voy a descargar otro cargador». La víctima fue intervenida para extraerle la bala incrustada en su rostro
El Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca acogió este miércoles, 11 de junio, la conformidad entre las partes en el procedimiento seguido contra I.A.G., el joven que disparó a otro con un revólver de gas comprimido en Pizarrales y que se escondió debajo de una cama a la llegada de la Policía Nacional. El varón aceptó un total de tres años de prisión por un delito de lesiones con arma de fuego y otro de obstrucción a la justicia. Además de una multa durante seis meses a cinco euros diarios (900 euros) y una indemnización a la víctima de 1.300 euros por las lesiones ocasionados tras los disparos.
Tal y como publicó LA GACETA y según ha podido saber este medio por el escrito de calificaciones provisionales que recoge la fiscal, los hechos de los que se acusa al varón se remontan al 10 de enero de 2024 sobre las 19:00 cuando I.A.G. sacó un revólver de su domicilio y salió al encuentro de la víctima-un hombre con el que tenía pendiente un juicio leve-. El acusado lo encontró en la calle Alfareros, en el barrio de Pizarrales.
Una vez allí, I.A.G. se dirigió al perjudicado y le gritó: «Tú me has denunciado», mientras sacaba el revólver del cinturón del pantalón. Efectuó varios disparos impactando uno de ellos en la cara de la víctima, dándose esta la vuelta al tiempo que continuó efectuando disparos, que impactaron en la chaqueta del perjudicado mientras se marchaba: «Te voy a descargar otro cargador», prosiguió el acusado.
Una tercera persona que presenció los hechos dio aviso a la Policía Nacional, que se movilizó de inmediato al lugar de los hechos. Una vez personados, se encontraron con un varón que sangraba abundantemente por la zona superior labial, el cual les manifestó que un joven le había apuntado a la cabeza con una pistola y le había disparado varias veces alcanzándole uno de los impactos en el rostro. Asimismo, la víctima recibió una llamada del agresor: «¿Te ha gustado? ¡Ven y a mi casa y te vacío el cargador!», le dijo por teléfono al herido en presencia de los agentes.
Posteriormente, varias dotaciones se trasladaron al domicilio del acusado y este continuó disparando-en concreto seis detonaciones-por encima de la barandilla de la terraza. Varios policías subieron a la vivienda y al llamar a la puerta fueron recibidos por el abuelo de I.A.G., que les permitió el acceso. Tras inspeccionar las estancias del domicilio, los efectivos de la Policía Nacional hallaron al acusado oculto bajo una cama de las habitaciones. Asimismo, localizaron el revólver bajo el almohadón de un sofá. I.A.G. fue detenido y tras pasar la noche en el calabozo policial, el joven fue puesto a disposición judicial. Declaró que iba con su novia a llevar la pistola a la armería para que la calibraran, cuando se encontró al joven, de 23 años, que le debe 900 euros, dinero que le había dejado «pa vicios». El acusado quedó en libertad tras alegar ante el juez que actuó en defensa propia porque la víctima «le amenazó con una navaja de mariposa».
Con motivo de los disparos, la víctima tuvo que ser evacuada en ambulancia al Hospital de Salamanca e intervenida quirúrgicamente para extraerle la bala que quedó incrustada en su rostro.
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