¡Aquí no queremos motos, a tomar por c***!»: la bronca que llevó al banquillo a dos vecinos de Alba de Tormes
Los dos implicados acabaron rodando por unas escaleras tras la violenta pelea nocturna ocurrida en julio de 2023 en plena calle. El fiscal pide multas para ambos y el pago de indemnizaciones de 400 euros para uno y de 39.000 para otro
SALAMANCA
Miércoles, 1 de octubre 2025, 12:48
Una discusión por el ruido de unas motos entre vecinos de Alba de Tormes acabó en una violenta pelea con graves lesiones y secuelas permanentes. El caso ha sido visto este martes en audiencia preliminar por el Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca, las partes no han llegado a un acuerdo por lo que acabará en juicio, con versiones enfrentadas, acusaciones cruzadas y hasta frases de bronca dignas de verbena.
Los hechos ocurrieron sobre las 23:30 horas del 23 de julio de 2022 en la calle Teso de la Feria de la localidad. Según relata el fiscal en su calificación provisional, los vecinos -M.G.C. y M.D.I.P.- se enzarzaron en una discusión que, según las partes, empezó por las molestias que generaban las motos en la zona. La discusión fue subiendo de tono hasta llegar a las manos, agrediéndose mutuamente y cayendo por unas escaleras que había en el lugar, con lesiones de diversa consideración para cada uno.
El fiscal pide pide penas de multa en ambos casos por delitos de lesiones, solicita además a M.G.C. que indemnice a M.D.I.P. con cerca de 39.000 euros; y a M.D.I.P. que indemnice a M.G.C. en algo más de 400.
Según el relato del abogado de M.D.I.P., a raíz de una discusión con motivo de los ruidos y molestias que M.G.C. y sus familiares venían ocasionando habitualmente, este último pasó de las palabras a los hechos y le propinó un empujón que le precipitó escaleras abajo.
Al sentir que se precipitaba escaleras al vacío, por un instintivo reflejo inconsciente, trató de asirse a algo que pudiera evitar su caída, agarrando de la ropa al agresor, que cayó con él rodando por las escaleras.
Por su parte, la representación legal de M.G.C. detalle que cuando su cliente salía del garaje junto a su hijo en sus motocicletas, comenzaron a recibir expresiones amenazantes por parte de un vecino, tales como: «¡A ti qué te pasa!», «¡me suda los cojones lo que te pase!», «¡aquí no queremos motos, a tomar por culo de aquí con las motos!».
Al regreso de ambos al garaje, el mismo vecino, M.D.I.P., increpó nuevamente a M.G.C. y a su hijo desde las ventanas de los edificios colindantes, dirigiéndose literalmente con las siguientes expresiones amenazantes: «¡Como me hagas bajar te vas a enterar!», «¡al final me vas a hacer bajar!».
Que, no considerando suficiente las amenazas e insultos proferidos, M.D.I.P. bajó de su vivienda y comenzó a agredir a M.G.C., empujándole y propinándole puñetazos en la cara, ante lo que su representado, se protegió como pudo y al mismo tiempo intentaba, aparte de esquivar los golpes, sujetarle las manos para que dejara de pegarle. Asegura en su escrito de calificación que M.D.I.P. le profirió golpes y puñetazos en la cara, en la espalda, también en las piernas, por lo que giró a su alrededor con el fin de buscar algún hueco en la cara para asestarle más puñetazos.
Al estar girando a su alrededor, para intentar protegerse, y estar unos escalones cerca, su oponente, perdió el equilibrio y se cayó por las escaleras, acudiendo rápido M.G.C. a contenerle, asiéndole de los brazos, contra el suelo, para que no siguiera golpeándole, concluye.