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Ruinas junto a las que supuestamente se produjo la agresión sexual en junio de 2018. ARCHIVO
La Fiscalía pide 6 años de cárcel para el presunto violador del paseo fluvial

La Fiscalía pide 6 años de cárcel para el presunto violador del paseo fluvial

La Policía Nacional le detuvo en junio de 2018 acusado de abordar a una estudiante inglesa junto a unas ruinas, desnudarla, tocarla y masturbarse encima de ella

Jueves, 3 de diciembre 2020, 22:11

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La Fiscalía solicita seis años de prisión para A.G.G., el hombre detenido en el mes de junio de 2018 por abordar a una estudiante inglesa junto a unas ruinas del paseo fluvial, desnudarla, tocarla y acabar masturbándose encima de ella. Le acusa de un delito de agresión sexual en grado de tentativa con la concurrencia de la agravante de género -por el que le pide cinco años- y de otro de robo con violencia -por el que le pide uno-.

El fiscal solicita además que se le prohíba por tiempo de seis años aproximarse a menos de 250 metros a la víctima, su domicilio, su lugar de trabajo o estudios y cualquier otro frecuentado por ésta, así como comunicarse con ella por cualquier medio. Y solicita una medida de libertad vigilada por este tiempo.

Por último, le reclama 10.182 euros de indemnización para la joven -10.000 por los perjuicios morales, 140 por los físicos y 142 por el teléfono móvil-, además de la cantidad en la que se tase la ropa que ésta vestía.

En su calificación provisional, a la que ha tenido acceso LA GACETA, el fiscal detalla que los hechos ocurrieron el 18 de junio de 2018, sobre las 18.30 horas. A.G.G. fue a una zona alejada del paseo fluvial de Salamanca -unas ruinas próximas a la calle Río Carrión-, con el fin de mantener relaciones sexuales no consentidas con cualquier mujer que por allí pasase.

Al ver entrar en las ruinas a la víctima, una estudiante inglesa con estancia temporal en Salamanca, fue detrás, se sacó el pene por fuera del pantalón del chándal y cuando vio que estaba cerca, sin más preámbulos y con ánimo libidinoso, la agarró a la vez que le dijo: “No te preocupes que solo vamos a tener sexo”.

El acusado la fue empujando hacia la maleza, hasta llegar al final de un sendero, donde la tiró al suelo. Luego se colocó sobre ella, le quitó el pantalón, le arrancó las bragas y comenzó a tocarle los pechos por encima de la ropa, al tiempo que intentó introducirle el pene varias veces.

La joven intentó quitárselo de encima, arañándole con las manos y con unas llaves, al tiempo que le propinaba patadas y golpes con sus piernas. Debido a su fuerte resistencia, el acusado no pudo consumar la penetración vaginal.

Cuando el presunto violador se retiró, la chica se puso el pantalón y observó que el acusado estaba tocando sus propios genitales con las manos y le decía cosas tales como “qué rico” mientras que le pedía que lo masturbase, a lo que ella se negó e intentó establecer una conversación telefónica con la Policía lo que no logró, pues el acusado le arrebató el móvil.

Ante los gritos de la chica, él salió rápido del lugar y ella, tras recoger sus cosas y con las sandalias rotas, salió detrás de él, pidiéndole el teléfono para llamar.

El acusado en vez de devolver le el teléfono a la joven, le entregó el suyo propio, extrayendo la tarjeta SIM, circunstancia que ella aprovechó logrando efectuar dos fotografías al acusado.

La víctima sufrió erosiones en distintas partes del cuerpo de las que, tras una única asistencia, curó en cuatro días. El móvil de la chica todavía no ha aparecido y ha sido tasado en 142 euros.

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