Juicio a un empresario de Guijuelo por la amputación de un dedo de un obrero mientras pintaba una nave
La acusación particular le pide siete años de cárcel y más de 69.000 euros de indemnización; la Fiscalía solicita la absolución. El caso fue archivado dos veces por el juzgado instructor, pero la Audiencia ordenó continuar con el proceso
SALAMANCA
Martes, 23 de septiembre 2025, 06:15
El Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca ha señalado para este martes por la mañana el juicio contra un empresario de Guijuelo acusado de la amputación de un dedo de la mano de un operario que estaba pintando una nave en el mes de mayo de 2022. La acusación particular le pide siete años de prisión y más de 69.000 euros de indemnización, la Fiscalía solicita la absolución porque considera que el industrial no incurrió en delito alguno.
El caso tiene un recorrido judicial complicado. Fuentes consultadas informan a LA GACETA que el procedimiento fue archivado hasta en dos ocasiones por el juzgado instructor, pero la Audiencia Provincial instó a continuar con el proceso, lo que este martes llevará finalmente al empresario al banquillo de los acusados.
Según recoge la acusación particular en su calificación provisional, los hechos se remontan al 8 de febrero de 2022. Sobre las 14:00 horas, el operario, de nacionalidad marroquí, estaba pintando en una nave de Guijuelo para la empresa de la que es titular el acusado, cuando se le disparó la pistola de presión que estaba limpiando en el dedo índice de la mano izquierda.
El operario trabajaba para el acusado desde el 3 de enero de ese año, fecha en la que le entregó un contrato de trabajo sin firmar y le dijo que procedería a darle de alta en la Seguridad Social, para que pudiera obtener sus papeles de residencia, lo que nunca hizo, señala la acusación particular.
La empresa no impartió formación de prevención de riesgos laborales al trabajador, no le informó sobre los riesgos del trabajo que realizaba, ni sobre las medidas de protección para el desempeño de su trabajo, ni había facilitado medios de protección que garantizaran la seguridad del mismo, prosigue y añade que el empresario le dijo que no fuera a curarse y si iba que dijera que el accidente se había producido en su casa, que él le sacaba los papeles de residencia y trabajaría con él toda su vida.
El obrero sufrió la amputación del segundo dedo de la mano izquierda, su mano dominante, tras la inyección de pintura a alta presión. Presenta cierre de puño completo, pinza limitada en el tercer, cuarto y quinto dedo, y una cicatriz quirúrgica de seis centímetros. La fuerza de la mano se reduce a 4/5 respecto a la derecha.
La lesión requirió una intervención quirúrgica el 16 de febrero de 2022 y tardó 44 días en curar, tres de ellos de perjuicio grave y 41 de moderado.
En el momento del accidente, la empresa contaba con cobertura de responsabilidad civil a través de Allianz, concluye la acusación.
Por su parte la Fiscalía señala que el acusado, administrador único de su empresa, entregó al operario un contrato de trabajo en enero de 2022, que no estaba firmado ni registrado en el SEPE, supuestamente para que el trabajador pudiera tramitar su permiso de residencia y no se ha acreditado que llegara a trabajar efectivamente para él.
El 8 de febrero de 2022, mientras pintaba una nave en Guijuelo, se le disparó la pistola de pintura a presión en el dedo índice de la mano izquierda, causando lesiones que requirieron su amputación por debajo de la cabeza del segundo metacarpiano. La mano lesionada es la dominante, y la recuperación tardó 44 días, con 41 de perjuicio moderado y 3 de grave. Quedaron secuelas funcionales y estéticas.
La fiscal del caso concluye que los hechos relatados no son constitutivos de infracción penal, al no haber delito no hay autor, por lo que procede la libre absolución del acusado.