La Guardia Civil busca al presunto agresor que hirió a un joven con una motosierra en Fuentes de Oñoro

Agentes de la Guardia Civil buscan al presunto agresor que habría herido a un joven de 31 años en un brazo con una motosierra en en la localidad salmantina de Fuentes de Oñoro, en la frontera con Portugal. Mientras que se desconoce el estado de la víctima.

La sala de operaciones de Emergencias 112 de Castilla y León recibió una llamada informando de una agresión en la plaza de la Constitución del municipio fronterizo sobre la 1:35 horas de la madrugada de este martes. Los alertantes indicaban que un varón había resultado herido en una mano al ser agredido con una motosierra.

Por tales motivos, el centro de Emergencias 112 dio aviso del incidente al Cuerpo Nacional de Policía, a la Guardia Civil (COS) y a Emergencias Sanitarias – Sacyl, que envió una ambulancia de soporte vital básico, el personal sanitario del centro de salud de Fuentes de Oñoro y una UVI móvil. Una vez en el lugar, el personal sanitario atendió al herido, que posteriormente fue trasladado en UVI móvil al Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.

Según ha podido saber LA GACETA por fuentes cercanas al caso, los hechos habrían sucedido en la plaza donde se ubica un club nocturno de alterne, en el Pueblo Nuevo. Al parecer un enfrentamiento entre varias personas ebrias habría desencadenado la agresión.

Cabe recordar que en marzo de 2023 la Guardia Civil desmanteló un club de alterne que operaba clandestinamente en Fuentes de Oñoro. El prostíbulo estaba instalado en el sótano de una vivienda y los clientes accedían al mismo a través de un túnel de 60 metros practicado en una parcela colindante. La denominada 'Operación Irala' se zanjó con la desarticulación de un grupo dedicado a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. En colaboración con la policía judiciaria de Portugal, los agentes liberaron a nueve mujeres y detuvieron a un varón natural de Portugal, además de investigar a varios miembros del grupo criminal que se encontraban fuera de España, como presuntos autores del delito de trata de seres humanos.

La forma de operar del grupo consistía en captar mujeres en países sudamericanos, especialmente Paraguay, desde donde eran trasladadas a España con falsas promesas de trabajo. Las mujeres, vulnerables por su situación económica, no podían costearse el viaje a España por lo que el grupo les facilitaba los billetes y los trámites necesarios para ello. Una vez en España eran informadas de la deuda contraída con la organización llegando a superar los 3.000 euros en concepto de gestiones para su traslado, retirándoles el pasaporte y creando una dependencia total con sus captores. Las víctimas, ante la deuda económica contraída, se encontraban en un régimen de vigilancia permanente, siendo incluso acompañadas por alguien de la organización cuando salían a adquirir alimentos u otros productos de necesidad.

Durante las entradas y registros se localizó un club de alterne clandestino en fase de construcción, ubicado en el sótano de la vivienda del varón detenido. Se había practicado un túnel de unos 60 metrospara facilitar el acceso de los posibles clientes desde una parcela colindante a dicha vivienda, como medida de seguridad para dificultar la acción policial.

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