La Fiscalía pide que un reincidente no se acerque en tres años a la iglesia donde trató de robar

La Fiscalía de Salamanca pide una orden de alejamiento de tres años para el conocido delincuente reincidente que en octubre de 2023 intentó robar en la iglesia de San Juan de Mata. El juicio ha sido señalado para el próximo jueves, 19 de junio, en el Juzgado de lo Penal número Dos. El acusado, P.I.T., se enfrenta además a una pena de 11 meses de cárcel por un delito de robo con fuerza en establecimiento abierto al público fuera de horario de apertura en grado de tentativa, con la agravante de reincidencia, al contar con numerosos antecedentes por delitos similares.

El intento de robo se produjo sobre las 22:00 horas del 9 de octubre de 2023, cuando la iglesia ya estaba cerrada. El ladrón accedió al templo situado en Filiberto Villalobos tras saltar la valla de dos metros que lo rodea y romper un cristal de la puerta. Una vez dentro, tiró uno de los cepillos de las limosnas y comenzó a manipularlo para tratar de sacar el dinero, aunque no llegó a apoderarse de nada.

La rápida intervención del párroco, Carlos Cantón, fue clave para frustrar el robo. Al activarse la alarma del templo, el sacerdote cogió un palo por precaución y se dirigió a la iglesia, donde sorprendió al ladrón junto al cepillo. Según relató el propio cura a LA GACETA, al reconocerlo le recriminó: «Encima que te estamos ayudando, me haces este destrozo…».

P.I.T. era un habitual de la zona, que solía acudir a pedir limosna «siempre muy educado y formal», manifestó el párroco. Pero esta vez intentó huir encaramándose de nuevo a la valla. En ese momento, el párroco lo agarró por una pierna y, con ayuda de otro sacerdote, lograron retenerlo hasta que llegó una patrulla de la Policía Nacional, que lo detuvo en el acto.

Durante el cacheo, los agentes localizaron una mochila entre las pertenencias del detenido. En su interior había varias herramientas: unas tenazas, un destornillador y una linterna, útiles susceptibles de haber sido utilizados para cometer el robo. Todos ellos fueron intervenidos.

A pesar del sobresalto, el delincuente se mostró pacífico y llegó incluso a pedir perdón al párroco, asegurando que tenía cuatro hijos y que estaba «muy agobiado». Incluso se ofreció a correr él mismo con el pago del cristal roto.

Esa misma noche pasó a los calabozos y fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia al día siguiente, aunque se acogió a su derecho a no declarar ni ante la Policía ni ante el juez.

Ahora, la Fiscalía le acusa por un delito de robo con fuerza en grado de tentativa producido en un establecimiento abierto al público fuera de horario de apertura con reincidencia. Solicita una pena de 11 meses de prisión, así como la prohibición de acercarse a menos de 50 metros de la parroquia de San Juan de Mata por un periodo de tres años, como medida de protección y prevención de nuevos hechos.

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