Final al caso más surrealista: condenada a pagar 3.710 euros por destrozar los vestidos de su compañera de piso y tirarlos por la ventana

El Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca ha condenado a la joven acusada de destrozar la ropa de su compañera de piso, tirarla por la ventana y dejarle un mensaje insultante escrito con pintalabios en una maleta, durante un episodio de venganza por celos ocurrido en plena Navidad del año 2021.

La magistrada considera probado que la acusada, S.F., causó daños por valor de casi 2.000 euros y la obliga a pagar una multa e indemnizar a la víctima, informan fuentes del caso a LA GACETA. En total le impone1.800 euros de multa y 1.910 euros de responsabilidad civil. La absuelve, sin embargo, del delito de hurto al no considerar probado que se quedara con nada de su compañera.

Tal y como ha venido informando este diario, el juicio, que se celebró a finales de mayo, fue tan surrealista como los hechos juzgados: reproches cruzados, acusaciones por celos, episodios de infidelidad, ropa cortada, lejía sobre la ropa interior y palabras como «p***» y «z****» escritas en una maleta. Por momentos, la sala recordó más a un plató de televisión que a un tribunal penal.

La denunciante relató que el 25 de diciembre de 2021 su compañera la echó de casa, en pleno centro de Salamanca, «en sujetador y tanga», y que al regresar al día siguiente con la Policía, encontró parte de su ropa rajada, manchada con lejía y una maleta con insultos escritos con su propio pintalabios. «Entre lo que perdí estaba mi pasaporte, y me he tirado dos años sin él», dijo. Aseguró también que su entonces compañera lanzó pertenencias por la ventana. «Fue muy doloroso. Jamás rompería mis cosas ni echaría basura a mi habitación».

Por su parte, la acusada negó los destrozos y alegó que durante los días de los hechos estaba fuera, celebrando un cumpleaños. Admitió haber recogido algunas prendas «porque estaban tiradas por el suelo» y justificó que no quería problemas. Aseguró que la víctima estaba «borracha y probablemente drogada» y la acusó de haber causado desperfectos en la casa, incluso por el pis de un perro que -según ella- tenía en su habitación. «Tuvimos que cambiar el suelo», dijo. La denunciante negó tajantemente haber tenido nunca un perro.

Durante el juicio también se conoció que S.F. había enviado un mensaje a un migo común con la víctima diciendo: «Con la ropa he hecho lo que me salió de los c******».

Pese a la versión expuesta por la acusada en la vista negando con rotundidad los hechos imputados, la magistrada considera acreditado que fue ella quien cortó vestidos, zapatos, bolsos y hasta ropa interior, además de dejar el mensaje insultante en la maleta. La sentencia le impone una multa de diez meses a razón de seis euros diarios (1.800 euros) y una indemnización de 1.910 euros por los daños. Descarta sin embargo del delito de hurto del que también se la acusaba por falta de pruebas suficientes de apropiación.

Durante las cuestiones previas del juicio, la defensa de S.F. planteó incluso una posible nulidad por «litispendencia», al haberse sobreseído inicialmente una denuncia anterior entre las mismas partes. El juzgado, no obstante, dio continuidad al procedimiento. En su sentencia, la juez estima que no ha lugar a tal posibilidad de nulidad.

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