Basterra ya está en Topas: «Prepotente y engreído», así se ha mostrado desde su llegada al penal salmantino

Alfonso Basterra ya está en el Centro Penitenciario de Topas. El recluso, condenado a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija adoptiva Asunta en el año 2013, pidió ser trasladado de la cárcel de Teixeiro (A Coruña) a la de Topas, adonde ha llegado este viernes, a las 11:10 horas.

Según ha podido saber LA GACETA, tras su llegada al penal ha pasado por el departamento de ingresos y a las 16:30 horas ha sido atendido por el equipo de observación y clasificación. Una vez valoradas sus circunstancias, Alfonso Basterra ha sido enviado al módulo 12 en torno a las 17:00 horas.

Tras su llegada al penal salmantino, señalan las fuentes consultadas por este diario, Basterra se ha mostrado en todo momento «muy prepotente y engreído... sin trato con nadie, se cree superior a los demás«.

El módulo módulo 12, en el que ha ingresado Basterra, es un módulo de respeto. En el régimen FIES 5 (Fichero de Internos de Especial Seguimiento), donde se encuentran aquellos internos o internas que han cometido delitos con mucha repercusión mediática.

Alfonso Basterra fue condenado por la Audiencia Provincial de A Coruña a 18 años de prisión por el asesinato de su hija Asunta. A la misma pena fue condenada la madre de la menor, Rosario Porto. Las condenas fueron ratificadas por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) primero y, posteriormente, por el Tribunal Supremo.

Basterra recibió la misma condena que Rosario Porto, su exmujer y madre adoptiva de Asunta, que se suicidó en el año 2020 en la cárcel de Brieva (Ávila) después de haber pasado siete años en tres prisiones -A Lama (Pontevedra), Teixeiro (A Coruña) y Brieva-. La muerte de Porto se produjo sin que nunca admitiese su participación ni la de su marido en el asesinato de la pequeña, que fue encontrada sin vida en una pista forestal próxima a una casa propiedad de la mujer.

Sus declaraciones no convencieron ni al juez ni al jurado popular que, por unanimidad, los declaró culpables de la muerte violenta de la pequeña después de que los análisis toxicológicos permitieran determinar que la pequeña Asunta había sido sedada con benzodiacepinas varios meses antes a su muerte.

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