Asalto en un conocido mesón de Cuatro Calzadas: el botín supera los 20.000 euros e incluye jamones y vino

Un conocido mesón y restaurante tradicional situado en Cuatro Calzadas, en el término municipal de Martinamor, a pie de la carretera de Béjar, en el kilómetro 17, ha sufrido un robo durante la madrugada de este domingo, 28 de septiembre. Los asaltantes llegaron en un vehículo, accedieron al establecimiento pasadas la 1:30 horas forzando varias puertas— según el registro de las cámaras de seguridad—, y lograron hacerse con un botín que supera los 20.000 euros, ha manifestado a LA GACETA uno de los responsables. Al parecer habrían arrancado en cuestión de minutos la caja de cobro automático con dinero en metálico y sustraído aparatos electrónicos, botellas de vino y jamones, entre otros efectos. “Solo el cajón de cobro tiene un valor de unos 12.000 euros”, ha precisado.

Tal y como ha podido saber este medio, los responsables se dieron cuenta a primera hora de la mañana cuando fueron a abrir el mesón, vieron todo revuelto y apreciaron daños materiales. De inmediato dieron aviso y denunciaron los hechos a la Guardia Civil de Salamanca, que tuvo constancia de lo sucedido pasadas las 8:30 horas, momento en el que se desplazó una patrulla hasta el lugar para realizar la primera inspección. Desde entonces, el Instituto Armado ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido y dar con los presuntos responsables del asalto.

Por el momento no hay detenidos tras el asalto y se desconoce la pérdida exacta—tanto económica como por los daños materiales ocasionados en el interior—, pero todo apunta a que el establecimiento fue objeto de un golpe planificado para sustraer tanto dinero en efectivo como género de valor.

A pesar de los hechos acaecidos, el negocio ha podido abrir sus puertas este mismo domingo con "normalidad" para servir comidas y cenas.

Se trata de un restaurante de carretera por excelencia en la zona, famoso especialmente por la calidad de su jamón, que atrae a visitantes de toda España y a viajeros que están de paso. Este mesón cambió de propietarios en julio, tras medio siglo de gestión familiar, y ahora enfrenta este delicado momento tras apenas unos meses bajo la nueva dirección.

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