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«Me van a tener en la cárcel, pero te tengo que asesinar», gritó un hombre a su vecina a la vez que golpeaba la puerta de su vivienda con un extintor. El Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca ha señalado para el próximo lunes, 19 de mayo, el juicio contra un hombre por un violento episodio ocurrido en noviembre de 2022 en un edificio ubicado en el Barrio Blanco de Salamanca. El acusado se enfrenta a un año de prisión y a una multa e indemnización por un delito de amenazas y otro delito de daños.
Según recoge el Ministerio Fiscal en su escrito de calificaciones provisionales, al que ha tenido acceso LA GACETA, los hechos que han generado gran preocupación entre los vecinos de la zona se remontan al 4 de noviembre de 2022 sobre las 10:45 horas en la plaza de Diego Hurtado cuando el acusado se dirigió a la puerta de una vecina en estado de alteración y con un extintor— del que se apoderó anteriormente—, comenzó a golpear con fuerza la puerta del domicilio mientras profería amenazas de muerte a la residente: «Me van a meter en la cárcel, pero te tengo que asesinar, te voy a quitar la vida, te voy a matar», gritó el acusado con insistencia, mostrando un claro ánimo de atemorizar y menoscabar la integridad moral de la víctima.
El episodio no pasó desapercibido para otros vecinos del inmueble, que escucharon los gritos, expresiones y el estruendo de los golpes. La situación de miedo y tensión no era nueva para la perjudicada, que ya había sufrido episodios similares en días anteriores, concretamente los días 23, 26 y 28 de octubre de ese mismo año. Estas reiteradas amenazas y actos intimidatorios la llevaron, en varias ocasiones, a abandonar su propio domicilio por temor a que la situación pudiera derivar en consecuencias aún más graves. La Fiscalía detalla que, como consecuencia directa de estos hechos, la vecina sufrió una crisis de ansiedad, y el acusado generó unos daños en la puerta de la vivienda valorados en 400 euros aproximadamente.
Por todo ello, el Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de un año de prisión por un delito de amenazas, así como una multa de dos meses con una cuota diaria de ocho euros, lo que suma un total de 480 euros. Además, reclamará la indemnización correspondiente por los daños y perjuicios ocasionados a la víctima, tanto por los desperfectos en la puerta como por el impacto emocional sufrido, señalan las mismas fuentes. De este modo, la Fiscalía busca no solo castigar la conducta del acusado, sino también reparar, en la medida de lo posible, el daño causado a la vecina y restituir la tranquilidad en la comunidad afectada.
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