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Con el calor se pueden producir mareos, síncopes o golpes de calor derivados de un aumento del estado de deshidratación. E.P.
Los problemas que puede provocar el calor a la circulación de los mayores

Los problemas que puede provocar el calor a la circulación de los mayores

El sistema circulatorio se vuelve más delicado con la llegada del verano porque el organismo tiende a perder más líquido del habitual

Miércoles, 10 de agosto 2022, 14:19

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Las altas temperaturas obligan a las personas mayores a tomar ciertas precauciones para proteger su salud cardiovascular, sobre todo aquellas que sufren cardiopatías y están más expuestas a sufrir riesgos.

El sistema circulatorio se vuelve más delicado con la llegada del verano porque el organismo tiende a perder más líquido del habitual, lo cual reduce la cantidad de líquido que se encuentra en el torrente circulatorio, que origina una vasodilatación en el sistema arterial y provoca una circulación más lenta.

“Con el calor se producen alteraciones en el mecanismo termorregulador que intenta, a través del sudor y la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, que la temperatura corporal disminuya. Además, también se pueden producir mareos, síncopes o golpes de calor derivados de un aumento del estado de deshidratación o el debilitamiento de la tensión arterial”, explica el director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores, David Curto.

Ante esta situación los expertos de Sanitas Mayores alertan sobre los síntomas que provoca la mala circulación y que pueden verse agravados por las altas temperaturas:

- Hinchazón de las extremidades: es el signo más común de la mala circulación. Afecta principalmente a las manos y a los pies.

- Varices en las piernas: el calor puede ocasionar que las varices se dilaten con mayor facilidad y, por lo tanto, crezca el volumen de estas.

- Sensación de frío y hormigueo en los miembros: las altas temperaturas hacen que la sangre circule más lentamente y se enlentezca el retorno venoso, y tanto en los pies como en las manos se encuentran muchas terminaciones nerviosas que provocan que a la sangre le cueste más llegar y se pierda cierta temperatura corporal.

- Erupciones en la piel: principalmente aparecen en la parte de las piernas, tobillos y pies. Cuando la sangre no consigue alcanzar las zonas más superficiales, se produce una sequedad que se manifiesta en forma de heridas o rozaduras.

- Debilitamiento del pelo y las uñas: aunque no sea muy frecuente, la mala circulación puede originar que el pelo y las uñas se vuelvan quebradizos ante la falta de nutrientes y vitaminas.

Desde esta perspectiva, los expertos detallan una serie de consejos que ayudan a mantener una buena circulación:

- Usar ropa ligera, cómoda y transpirable.

- Hacer ejercicio de forma diaria.

- Seguir una dieta equilibrada.

- Realizarse masajes.

- Mantener las piernas elevadas al menos durante media hora.

- Duchas alternando agua caliente y fría.

Además de seguir estos consejos, los expertos consideran “fundamental” que las personas mayores acudan al médico de manera regular, especialmente las personas que sufren enfermedades cardiovasculares para mantener un control y seguimiento sobre esta dolencia.

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