El peligro de no quitarse el bañador mojado

La humedad puede ser el aliciente perfecto para que la cistitis se instaure en nuestro cuerpo, una infección urinaria que afecta especialmente a las mujeres por tener la uretra más corta que los hombres y cuyos síntomas principales son las ganas constantes de orinar y el escozor al terminar la micción, así como la existencia de presión en la parte inferior de la pelvis.

El bañador mojado potencia la aparición de hongos y bacterias, que se presentan frecuentemente si existe sensación de humedad, calor y falta de oxígeno, de ahí que cambiarse el bañador después del baño pueda evitarnos una infección extremadamente molesta y que se presenta especialmente en verano por la humedad y las altas temperaturas.

Además de hacer este sencillo gesto, otras pautas que debemos seguir y que los expertos recomiendan para evitar este tipo de infecciones son: permanecer hidratados bebiendo al menos 1,5 litros de líquido al día, con el propósito de eliminar las bacterias del aparato urinario. Con líquido no nos referimos a alcohol, bebidas que contengan cafeína o bebidas carbonatadas, pues todas ellas pueden tener el efecto contrario y propiciar la aparición de infecciones.

Orinar cada dos o tres horas para evitar que la orina permanezca demasiado tiempo en la vejiga y, sobre todo, antes y después de mantener relaciones sexuales, pues el riesgo de infección se multiplica por cuarenta en estas situaciones. Así mismo, será beneficioso utilizar ropa interior de algodón que permite una mejor transpiración, evitar las prendas ajustadas y emplear jabones neutros.

Para prevenirla e incluso cuando ya hemos incubado la infección será muy beneficioso el consumo de arándanos rojos, por los componentes que aporta, tales como las antocianinas, las proantocianidinas y la vitamina C, sin duda, es la fruta por excelencia para prevenir este tipo de infecciones.

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