«Volver a Salamanca es un lujo, es una tierra de buen comer y de buena gente»
El actor Luis Mottola llega a la ciudad con la obra 'El Submarino'
El actor argentino Luis Mottola regresa a la capital salmantina, esta vez con una comedia alegre y despreocupada, acompañado de la actriz Arantxa de Miguens. Tras unos primeros años de gran éxito en su país natal, decidió fijar su residencia en España, donde participó en series como 'Física o química', 'Los Serrano', 'Amar en tiempos revueltos' o 'El Internado', entre otras. Con 'El submarino', se sube al escenario para representar a un matrimonio.
¿Cómo se siente al venir a Salamanca con esta obra?
—Ya he estado en varias ocasiones en Salamanca. Para mí es un lujo estar aquí y haber conocido tanta gente. La verdad es que volver a Salamanca es un privilegio: es una tierra maravillosa, de buen comer y de buena gente.
¿Qué se va a encontrar el público en esta obra?
—Se van a encontrar con una comedia dramática, por así decirlo, sobre una pareja o, mejor dicho, sobre todas las parejas. Hay un patrón que acompaña a todas las parejas del mundo y tiene que ver con el transcurso prolongado del tiempo en este matrimonio: cuando están juntos, no coinciden y se aborrecen por momentos; cuando están separados, se necesitan de manera urgente. La gente verá la intimidad de entrar en esa habitación de un matrimonio como cualquier otro del mundo. Se pueden observar ciertas conductas que todos tenemos: los silencios, las broncas, las infidelidades, los ocultamientos, lo que decimos y lo que no; a veces, lo que callamos genera discordia, acuerdos y desacuerdos.
Como comentaba, se trata de una comedia. ¿Qué de complicado tiene hacer comedia?
—El tiempo. El humor es tiempo, y si no sabes manejarlo, no llegas al público. Creo que puede ser incluso más difícil que el drama, especialmente hoy, porque la gente está muy conectada con la información sobre lo caótico que está el mundo: guerras, maltratos y cosas negativas constantemente. Nosotros tenemos la gran posibilidad, con esta maravillosa profesión que elegimos, de modificar, aunque sea durante una hora y media, la experiencia del espectador, para que desconecte y se conecte con algo más interesante, algo relacionado con el humor.
Usted es argentino. ¿Cómo comenzó su contacto con el teatro español?
—Vivo aquí desde hace 25 años. Vine haciendo una serie y triunfando en Argentina. Cuando llegué a España, empecé de cero para conectarme y trabajar con la verdad, que es lo que se necesita arriba de un escenario. Eso me ha permitido estar en un sitio maravilloso, aprender de grandes personas y seguir avanzando.
También ha aparecido en grandes series televisivas que tienen mucho reconocimiento. ¿Cómo recuerda esa experiencia?
—Hacer una serie con repercusión ayuda sí o sí, como cualquier otra profesión en la que uno tenga algún mérito. Eso permite afianzarse más en la profesión y vivir de ella, que al final es el objetivo de cualquiera. Todos los trabajos son especiales y cada uno tiene lo suyo; no podría decir que uno es más especial que otro. Hablando de reconocimiento, 'El Internado' fue un verdadero disparador. Hoy por hoy me siguen reconociendo por la calle gracias a ella, tanto jóvenes como personas mayores, y esa fue una de las series que más me catapultó.