«Para vivir del arte necesitamos ayuda extra como el certamen de la Fundación GACETA»

La artista malagueña Ana Pavón Porras presenta desde este jueves y hasta el mes de febrero en el DA2 una selección de su obra más reciente bajo el título de «Resistencia». La muestra llega como ganadora del XXVI Certamen «Jóvenes Pintores» de la Fundación GACETA, todo un canto a la poesía desde una pintura insinuante, sugerente y seductora, que los amantes del arte podrán disfrutar también en una visita comentada por la artista en la tarde de este jueves a las 20:00 horas a modo de inauguración.

¿A qué responde el título «Resistencia»?

—En mi obra, existe una resistencia hacia la imagen que sigue una poética de lo oculto, pues todo se esconde detrás de unos estampados. Y también se resiste el propio texto en el que me inspiro para hacer la obra, que son poemas que han sobrevivido de la lírica grecorromana. Esos textos también se resisten a ser leídos porque al final lo que nos ha llegado a nosotros son traducciones o fragmentos y no se puede saber realmente cómo eran en su origen.

¿Hay algo de resistencia de la gente joven al mundo del arte?

—No en ese sentido. También resistencia porque no se trata de imágenes modernas, ya que hacen referencia a otro momento y no a lo que está en vigor ahora. Es una tendencia más de tinte clásico. Pero también el hecho de estar creando con óleo sobre lienzo es un sinónimo de resistencia porque es algo que está un poco desfasado.

¿Cuántas obras presenta?

—Hay 16 obras de gran tamaño y alguna más pequeña. Entre ellas están las dos que ganaron el premio de Fundación GACETA y otra más que pertenece a ese mismo proyecto. El resto es todo obra nueva.

Un año intenso, ¿no?

—Sí, la verdad es que no he parado de pintar y eso puede ser también resistencia. Es todo muy complicado.

¿Ha dedicado todo el año a pintar solo para esta exposición?

—Para esta exposición y también para otros proyectos. Esta muestra me ha ocupado gran parte del tiempo.

¿Qué busca con esta pintura?

—Es una estrategia y un método de seducción, porque lo que me interesa es la propia pintura. Al final todo son métodos para que el espectador se acerque al cuadro y que vea la pintura como yo la veo.

¿Cree que se valora el arte joven?

—No como se debería. Hay veces que sí, pero otras muchas en las que simplemente te usan como parte de un acto, pero sin mayor recompensa. Se valoran otras cosas, pero no a ti que en parte vives del reconocimiento. Ahora mismo no es el caso. Es frecuente que no te tomen en serio a no ser que seas mayor y que hayas sobrevivido, pero para brevivir necesitas otras cosas.

En su caso, ¿está sobreviendo?

—Del arte se puede vivir difícilmente. Yo estoy sobreviviendo de la pintura desde el mes de junio, pero antes tenía que alternarlo con otro trabajo, y posiblemente tenga que hacerlo de nuevo. Para vivir solo de la pintura necesitas más tiempo y alguna ayuda extra, como es el certamen de la Fundación GACETA, que es una magnífica iniciativa.

¿Qué supone esta muestra en su trayectoria profesional?

—Una continuación de lo que he venido pintando desde hace algunos años; un nuevo paso. Pero esta me gusta especialmente porque se ha desarrollado de una manera distinta y estoy muy contenta con el resultado. Cada vez soy más libre sobre lo que me inspira y cómo utilizarlo, el pintar básicamente lo que me dé la gana, pero siempre dentro del imaginario que yo misma me he creado y que cada vez es más evidente. Eso me gusta verlo en una sala.

¿Se había enfrentado antes a una exposición individual de este calado?

— Algo parecido a esto fue la exposición que monté en el CAC de Málaga, un sitio grande al que va mucha gente. Pero la sala del DA2 es más grande y supone otro reto, porque también es otra ciudad diferente, pues en Málaga como que lo tengo todo repasado y Salamanca no. Por eso me gusta.

A raíz de este premio, ¿le ha cambiado en algo la vida?

—Claro. Un reconocimiento como este es una línea de curriculum muy importante para seguir trabajando en lo que realmente me gusta. También hay un factor económico significativo para seguir adelante. Es una buena inyección y un estímulo. Este tipo de premios te dan visibilidad y hacen que te cojan para otro tipo de cosas.

¿Le ha abierto alguna puerta?

—No sé realmente cuáles son las que están vinculadas directamente con este premio, pero la verdad es que siguen saliéndome cosas. Está muy bien. Esta muestra seguro que también surte efecto y lleguen cosas nuevas. Tener una exposición en una sala como el DA2, en una institución pública, es un nuevo reconocimiento que lleva a que se interesen por ti.

¿Algún proyecto nuevo a la vista?

—Tengo prevista una exposición individual en Beirut, pero dada la situación de conflicto en la que se vive en la zona no es el momento. La obra ya está hecha y todo planificado, espero que la situación cambie pronto y la pueda presentar. Seguro que en enero surgen cosas nuevas.

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